Bien dice el viejo dicho que “el que hace la ley, hace la trampa’’.

Lo anterior se puede aplicar a la iniciativa para desaparecer el fuero constitucional, presentada el martes en la Cámara de Diputados por Pablo Gómez.

La iniciativa en cuestión propone la desaparición del fuero hasta para el Presidente de la República, pero a cambio de que mantengan “inmunidad’’ (?).

¿Qué significa?
Pues que todos los servidores públicos puedan ser llevados ante un juez por la comisión de un delito, pero que no puedan ser detenidos en tanto no haya una sentencia en firme.

Sólo si son encontrados culpables serán detenidos sin tener que pasar por juicios de desafuero, que sería la “ganancia’’.

¿Qué caso tiene una ley con esa característica?

Si lo que los ciudadanos reclaman es el fin de los privilegios, que los funcionarios públicos sean tratados como cualquier persona y no se escuden en el cargo.

El trueque de fuero por inmunidad parece un chiste, aunque Gómez y los diputados de Morena traten de hacer creer que jurídicamente son asuntos distintos.

En todo caso, lo mejor sería que el Senado descongelara la ley para la eliminación del fuero que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados y que no progresó en la Cámara alta por la oposición del PRI a que el Jefe del Ejecutivo también fuera sujeto de ella.

Por cierto, en la legislatura anterior, cuando Morena era minoría, sus diputados y senadores se pronunciaron rabiosamente por la desaparición del fuero, así a secas, y acusaron al PRI de no querer aprobar dicha ley.

Hoy que son mayoría tienen la posibilidad de destrabar esa ley…, pero sin trampa.
Claro, si su propuesta es seria.

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El primero que salió a declarar que sería muy grave acabar con el fuero no fue un priista ni un panista; vamos, ni uno del Verde Ecologista.

El opositor número uno fue… ¡Gerardo Fernández Noroña!

Quién sabe por qué, si el que se dice “luchador social’’, era uno de los gritones en contra del fuero.

A lo mejor no es miedo, sólo es precaución.

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Luego de unas horas de dura negociación, en la Cámara de Diputados se acordó que la presidencia de la Junta de Coordinación Política correspondiera a Mario Delgado, de Morena, los tres años.

Lo que será rotario será la presidencia de la Mesa Directiva, que en el segundo año presidirá el PAN y eventualmente en el tercero el PRI.

Son acuerdos de palabra, pero Juan Carlos Romero Hicks, pastor de los panistas, confía en que se respete la palabra.
Con esta determinación será Morena el que presida las Mesas Directivas de ambas Cámaras, así como sus Juntas de Coordinación Política, que son los órganos de mando más importantes en el Congreso.

Y por si fuera poco, también Morena tendrá la dirección del Comité de Administración de San Lázaro.
O sea, todo el poder.

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Un grupo de 17 legisladores de Morena en el Congreso de Hidalgo acudió al Senado para pedir la desaparición de Poderes en la entidad, luego de que el PRI, con tan sólo cinco legisladores, quiera hacerse del control del Congreso.

Para ello la anterior legislatura modificó la ley, a petición de ya saben quién, que por cierto no pudo presentar su informe de Gobierno –caso inédito en el estado- por el desorden que hay.

Monreal pidió a los diputados de Morena esperar una negociación o, de lo contrario, que el gobernador se atenga a las consecuencias.

Ya dijo.