A muchos les parecerá exagerado.
Pero no a historiadores y politólogos consultados.
Por donde se analice, ven provocaciones con características similares a las de 1968, que desembocaron en la represión de Tlatelolco el 2 de octubre.
Si alguien tiene la sensibilidad para advertir es el rector Enrique Graue Wiechers, quien en diferentes foros ha advertido sobre dos necesidades fundamentales del país.
En primer lugar, la deuda nacional en materia de justicia social y, fundamental para él, defender la soberanía académica y programática de la UNAM.
Reflexiones suyas:
“La UNAM este año en compañía de los rectores y directores de las casas de estudio involucradas en ese movimiento, continuaremos conmemorando eventos y haciendo los balances necesarios de su importancia histórica.
“Pero el día de hoy nos sirve para recordar la valiente defensa de la autonomía que hizo en su momento el rector Javier Barros Sierra”.
También:
“La vida política y social del país inició su transformación en ese año (1968). Todos los cambios y movimientos políticos que hemos vivido en estos 50 años tienen una deuda con él.
“La exigencia democrática implícita en la demanda de libertades de las que se hacía eco son realidades que se confirman día a día, como en el proceso electoral reciente”.
Del politécnico a la UNAM
¿Quién lo iba a imaginar?
Las circunstancias han alcanzado al doctor Enrique Graue Wiechers, quien está ante la historia para labrar su propia estatua a la altura de Javier Barros Sierra.
-¿Hay alguna similitud con el pasado movimiento del IPN? –pregunto al ex director Enrique Fernández Fassnacht.
-No. En el instituto no hubo violencia, sino un reglamento aprobado sin consultarse con la comunidad politécnica.
En general, ve una conducción idónea del doctor Graue Wiechers y le desea éxito:
“Ha procedido adecuadamente, ha reprobado los hechos y persigue a los responsables… El siguiente paso es el diálogo, identificar a los representantes y actuar con prudencia”.
Esto incluye, naturalmente, ver “quiénes integran ese grupo de violentos y sobre todo quién los dirige”, termina Fernández Fassnacht.
Ojalá.
Lo peor en estos tiempos sería otro 68.
Asimetría entre México y EU
A los denominados 300 principales líderes del país les quedó claro:
México no puede pelear en condiciones de igualdad un acuerdo comercial con Estados Unidos y ni siquiera con Canadá para prolongar el TLCAN.
El secretario de Comercio, Ildefonso Guajardo, lo ilustró con cifras:
-El comercio bilateral representa 4% para Washington y, por el contrario, para México significa 40%… ¡Una diferencia de 10 veces en términos relativos!
Lo bueno del acto fue la participación de ambos Gobiernos, el saliente de Enrique Peña y el inminente de Andrés Manuel López Obrador.
Alfonso Romo recordó que todos en conjunto han hecho cosas mal porque la inversión es baja y el desarrollo, magro.
Olga Sánchez Cordero se ubicó como primera secretaria de Gobernación, y habló de liderazgo y fortaleza de la mujer.
Y al final unos y otros convivieron y fue posible ver a los Alejandro Moreno Alito y Murat, a José Rosas Aispuro y otros gobernadores en plan de amistad y proyecto para el próximo sexenio.
Expertos ven muchas similitudes entre el conflicto actual, y las razones que dieron origen al Movimiento estudiantil de 1968. Esto y más leerás la columna #TeléfonoRojo de José Ureña pic.twitter.com/ZlUhzQLm39
— 24 HORAS (@diario24horas) 6 de septiembre de 2018