La nota periodística iniciaría de la siguiente manera:

“Nada frenará el nuevo aeropuerto”.
Y no porque los ingenieros colegiados y académicos así lo hayan dictaminado, sino porque las primeras decisiones del equipo de Andrés Manuel López Obrador así lo apuntan.

Tal vez no se frene ni con la campaña de José Luis Riobóo, el constructor predilecto de los gobiernos del PRD, Morena y del propio tabasqueño.

Aquéllos ya votaron a petición del de Macuspana: el Colegio, la Academia y la Unión de asociaciones.

Y éste postula a la Base Aérea de Santa Lucía como única opción posible por la dureza del suelo y porque el mantenimiento del de Texcoco resultaría muy costoso a mediano y largo plazos.

Ante la duda y la presión empresariales, el presidente electo ha preferido trasladar la responsabilidad de la decisión a la población mediante una consulta abierta con mecanismos por decidir.

En ellos, en la inducción del voto y en la forma de la pregunta estará la clave del resultado.

La dirección adjunta de Fernando Bravo

El equipo de Andrés Manuel López Obrador, decíamos arriba, ya está inmerso en la nueva terminal.

Un hombre muy cercano al grupo de Javier Jiménez Espriú, inminente secretario de Comunicaciones y Transportes, ha llegado a una posición clave en el proyecto de edificación.

Es Gerardo Ferrando Bravo, como Jiménez Espriú un ingeniero ligado a la UNAM y ex director del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

¿A qué posición?
Como director general adjunto de Federico Patiño Márquez, a quien el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario Gerardo Ruiz Esparza confiaron la principal obra del sexenio.

Ferrando Bravo está, digamos, al mismo nivel de Patiño Márquez aunque aquél no tenga decisiones o responsabilidades ejecutivas porque no tiene toda la personalidad jurídica para firmar.

Pero fue colocado arriba de quien está las 24 horas vigilante de la buena ejecución de los trabajos y al pendiente de los avances de la construcción como residente de magna obra obra civil.

Y si Ferrando Bravo gracias a su cercanía con Javier Jiménez Espriú, amigo incuestionable y futuro secretario, ya es ojos, cronista y voz del nuevo aeropuerto, ni modo de tomar su cargo a la ligera.

Ni el TRIFE dobla a Morena en Cd. Juárez

Con la venia, diríase la orden de ya saben quién, Morena pelea a muerte el estado de Puebla y el municipio de Ciudad Juárez.
La gubernatura esperará un tiempo más para saber si Martha Erika Alonso es confirmada, como debe ser, sucesora de Antonio Gali y atrás tendrá un PAN con su marido Rafael Moreno Valle reposicionado.

Pero Ciudad Juárez no puede esperar porque la Sala Regional en Guadalajara Trife ordenó dar la constancia al independiente Armando Cabada.

Y como Morena y su jerarca quieren todas las victorias y ninguna derrota, todavía esperan la aceptación de recursos adicionales en el Tribunal de Janine Otálora para favorecer a su candidato Javier González.

La ceremonia de posesión por reelección de Cabada está lista para el lunes a las 19:00 horas.

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