Foto: Rodolfo Angulo En época de lluvias, el nombre de esta avenida le hace honor al problema que a diario viven los oficinistas a la hora de esperar el camión con destino al metro Chapultepec  

Mientras algunos automovilistas intentan esquivarlo, otros caen sobre él sin poder evitarlo, afirmó Ramiro “N”, un vendedor de revistas y frituras que, desde hace dos meses, vio nacer un “molesto” bache ubicado sobre Mariano Escobedo, esquina con Lago Alberto.

De acuerdo a un ejercicio realizado por 24 HORAS, en este lugar por cada dos minutos de duración del semáforo, 10 vehículos son golpeados de manera brusca a causa del agujero, y en tan sólo una hora, aproximadamente, 300 vehículos llevarán consigo un rayón o una fractura interna por haber hecho contacto con la deformidad de la vialidad.

En época de lluvias el nombre de esta avenida le hace honor al problema que a diario viven los oficinistas a la hora de esperar el camión con destino al Metro Chapultepec.

“El agua no avisa, y en menos de una hora, esta zona se convierte en una laguna sumada a una serie de baches ocultos que no ven los automovilistas. Varios se mojan por la lluvia y por el agua que salpican los coches”, refirió el hombre de casi 60 años de edad, y que al igual que los trabajadores, a diario recorre varios kilómetros desde Coacalco hasta la colonia Anáhuac, cercana al llamado Nuevo Polanco, para atender el negocio.

Cuando los ciclistas, motociclistas, automovilistas e, incluso, los traileros recorren la avenida a gran velocidad en busca de lidiar con el tráfico y los colores del semáforo, esquivar el agujero es una tarea casi imposible y los vehículos son los que se llevan la peor parte.

Según la Agencia de Gestión Urbana (AGU), que entre otras labores se encarga de atender el conflicto del bacheo en la capital del país, este agujero ya cuenta con 15 denuncias, y no es para más, porque ni las camionetas todoterreno se libran de poco más de 10 metros de mala calidad en la vía y un bache de casi 14 centímetros de profundidad ubicado en el carril derecho.

El problema de la inundación involucraba también al Sistema de Aguas de la Ciudad de México, organismo que informó a este diario que, al menos el problema de la inundación se solucionó la noche del martes pasado, debido a que existía una acumulación de raíces en la coladera, las cuales provocaban un encharcamiento y un mal día para los oficinistas.

LEG