Hacía mucho tiempo que los Juegos Olímpicos no necesitaban tanto de un deportista: Tokio 2020 suplica que Mo Farah, oro en 5 mil y 10 mil metros tanto en Londres 2012 como en Río 2016, se anime a participar en su maratón.
Una figura carismática e histórica, que además reivindica un mensaje de inclusión y respeto a la diversidad: como bebé nacido en medio de las interminables guerras en Somalia; como niño criado en un campamento de refugiados en la vecina Yibuti; como el pequeño que, aterrado por el clima y la cultura, emigró a la Gran Bretaña sin hablar una palabra en inglés; como el adulto convertido en Sir por la reina Isabel II y elegido por sus correligionarios como uno de los musulmanes más influyentes del mundo.
Más allá de eso, resaltar lo que significaría tenerlo en la maratón olímpica. Una conexión directa hacia el probablemente atleta más total que el olimpismo haya disfrutado: Emil Zatopek, quien trituró récords también en 5 mil y 10 mil en Helsinki 52, pero que se guardó para el final lo mejor; al ver que se abrían las inscripciones de la maratón y sin jamás haber corrido una distancia tan diferente a las que él solía dominar, se registró.
Su estrategia fue simple: pegarse al favorito Jim Peters, partiendo de la premisa de que él no sabía a qué ritmo correr y que ese atleta recién había roto la marca mundial. Pasados unos cuantos kilómetros y en plena escapada con Peters, Zatopek le consultó sobre cómo iba la competencia, obteniendo una respuesta que condenó a su rival: Peters dijo que iba muy lento y la locomotora checa aceleró. Minutos más tarde, un exhausto y quemado Peters abandonaba. Emil conquistaría su tercer oro en esos Juegos, con otra marca despedazada.
Ese es el espejo en el que se mira Farah, sólo que con dos añadidos: primero, que a diferencia de Zatopek en 1952, el británico-somalí ya se ha retirado de las pruebas de medio fondo; segundo, que su asalto a la maratón de Tokio 2020 no tiene nada de espontánea, con metas que se ha ido marcando mes a mes.
Este año ha roto el récord británico de maratón y se prepara para competir en la maratón de Chicago, previo paso por este fin de semana en el que correrá la media maratón del Great North Run en Newcastle.
Sir Mohamed Jama Fara sólo acudirá a Tokio 2020 si se convence de que es para pelear por lo máximo. Consciente de que ya no están Usain Bolt ni Michael Phelps, a Tokio lo mismo le daría su nivel con tal de tenerlo en su lista de participantes y estacionado en su Villa Olímpica…, pero Farah, como en su momento Zatopek, no es de los que se conforman con desfilar.
Twitter/albertolati