Alrededor de 50 personas expusieron este viernes sus peticiones ante la asamblea general realizada en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, donde uno de los temas principales fue la renuncia del Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers.
La propuesta es una de las más discutidas, puesto que algunos representantes de los institutos han señalado que es necesaria su destitución, mientras que otros han mencionado que el Rector debe de rendir cuentas de los sucedido.
Otro de los temas en la asamblea interuniversitaria se trató el tema de desaparecer a los grupos porriles, sanciones en contra de las personas que agreden a las mujeres de la universidad.
La asamblea interuniversitaria determinó convocar a una reunión general este sábado a las 12:00 horas para hacer un balance del movimiento y determinar cómo se le dará continuidad.
En el Auditorio “Alfonso Caso” de Ciudad Universitaria también se decidió entregar las instalaciones del Sistema Universidad Abierto (SUA) y Educación a Distancia a profesores y alumnos.
En un mensaje a la comunidad universitaria se informó que la asamblea general continúa por tiempo indefinido, además de no entregar aún la Facultad de Filosofía y Letras por motivos de seguridad ante lo avanzado de la noche.
El mensaje se dio a conocer por la asamblea luego de casi nueve horas continuas de trabajo a puerta cerrada.
Se exhortó a la comunidad estudiantil a participar en este espacio de diálogo “para darle continuidad al movimiento”.
Se desarrolla en calma asamblea estudiantil en Ciudad Universitaria
La asamblea interuniversitaria en el Auditorio “Alfonso Caso” de Ciudad Universitaria continuaba la tarde de este viernes para elaborar un pliego que entregará a las autoridades, con propuestas que pretenden terminar con la presencia de porros en facultades y escuelas de la UNAM.
Después de casi cinco horas, se estimaba la presencia de por lo menos 30 representantes de diferentes escuelas y facultades de la UNAM, incluso de otras instituciones públicas como el Politécnico, además de privadas.
La vida habitual de Ciudad Universitaria se desarrollaba en plena calma con el ir y venir de estudiantes y maestros, así como de personas ajenas como ciclistas, aquellas que pasean a sus perros y el comercio ambulante.
El personal de vigilancia se mantenía a lo largo de diversos circuitos universitarios al hacer sus recorridos de rutina tanto a pie como en automóvil, al igual que los “Pumabús” que seguían con el traslado de quienes los requieren.
fahl