Foto: Reuters / archivo Obsesionado, paranoico y frustrado, el presidente Donald Trump ordenó implementar un estado policiaco en la Casa Blanca  

Por Gregorio A. Meraz
@GregorioMeraz1
DESDE WASHINGTON

Obsesionado, paranoico y frustrado, el presidente Donald Trump ordenó implementar un estado policiaco en la Casa Blanca con intenso monitoreo de empleados y funcionarios, prohibición de llamadas, mensajes de texto y fotografías en teléfonos particulares y eventualmente el uso de polígrafo como parte de la “Cacería de Brujas” para descubrir al autor del editorial anónimo en el diario The New York Times que describe al Mandatario como “amoral, antidemocrático y mal informado”, al grado que “es un riesgo para la Seguridad Nacional de Estados Unidos.”

El editorial de quien se autodenomina “la resistencia” para preservar las instituciones democráticas dice que “altos funcionarios de la Casa Blanca escuchan con incredulidad comentarios y ven acciones de un Comandante en Jefe, impulsivo, indeciso, mal informado, actuando en forma errática y preocupante” aparentemente tratando de recuperar apoyo de su base de la que sólo 36% lo apoya, mientras aumenta su nivel de desaprobación de 63%, agudizado a raíz del funeral del Senador y Veterano de Guerra John McCain.

El OpEd critica su admiración por autócratas y dictadores como Vladimir Putin o Kim Jung-un que ha llevado pensar a asesores a “invocar la enmienda 25 de la Constitución para remover al Presidente, quien enfrenta otros problemas como la investigación de Colusión con Rusia, más tensión con China por su amenaza de nuevas tarifas de Estados Unidos a ese país, por 267 mil millones de dólares, mientras bajo presión del Congreso, esta semana continúa la negociación, para que Canadá siga siendo parte del TLCAN.

Trump no podría ser removido por la enmieda 25 constitucional

Pero la posibilidad de invocar la enmienda 25 de la Constitución para pedir la destitución de Trump por incapacidad mental, como propuso formalmente la Senadora Demócrata Elizabeth Warren, no es posible.

De acuerdo a John Hudak, subdirector del Centro de Estudios de gobierno de Brookings y Constitucionalista, la Sección IV de la Enmienda 25 de la Constitución establece que, el vicepresidente y la mayoría del Gabinete deben enviar una carta al Presidente Pro-Tempore del Senado y al líder de la Cámara Baja notificando que por incapacidad, el Presidente no puede desempeñar sus funciones, ante lo que el Congreso otorga al vicepresidente el papel de Presidente en Funciones.

“Para evitar ese paso” dice Hudak “el Presidente puede despedir a todo el gabinete, impidiendo que se haga la carta o puede notificar al liderazgo del Congreso que no tiene la incapacidad, por lo que -a menos que el vicepresidente y el gabinete estén en desacuerdo, el Congreso restituiría al Presidente en el cargo”, dice Hudak, quien destaca que la enmienda tiene como propósito casos extremos, no rechazo al mandatario.

El editorial anónimo sorprendió a la Casa Blanca justo cuando trataba de descalificar el libro “FEAR, Trump in the White House” o “MIEDO, Trump en la Casa Blanca” que sale a la venta este martes, escrito por el célebre periodista Bob Woodward del diario The Washington Post, quien con Carl Bernstein, reveló el escándalo de Watergate, que obligó a renunciar al ex Presidente Richard Nixon.

Woodward revela la preocupación del General James Mattis, Secretario de Defensa, quien le habría comentado que “bajo gran tensión con Corea del Norte”, Trump le preguntó “por qupe Estados Unidos mantenía tropas en la península Coreana” Mattis le respondió que “era para prevenir una III Guerra Mundial”.

En abril de 2017, cuando Bashar al-Ássad autorizó armas químicas para atacar con armas químicas a la población, Trump llamó al general Mattis para pedirle que “organizara un plan para asesinar al presidente Sirio”, en lugar de lo cual se lanzó un intenso bombardeo.

De acuerdo a Woodward, Gary Cohn, ex asesor Económico, al enterarse de que el presidente Trump firmaría una Orden Ejecutiva para retirar a Estados Unidos del TLCAN, pidió al asistente Rob Porter robar del escritorio presidencial el documento “de lo que nunca se dio cuenta”.

Cohn dijo a Woodward acerca de choques con el presidente por la violencia en Charlottesville, promesas incumplidas a Australia y otras que lo llevaron a pensar que “Trump es un mentiroso profesional”. En referencia al General John Kelly, Jefe de Gabinete, Woodward asegura que vive frustrado por un presidente “idiota y desequilibrado mental”, diciendo que ese es “el peor trabajo que ha desempeñado”, ya que el Presidente no corresponde a la lealtad de quienes le sirven, como el caso del procurador Jeff Sessions, a quien en privado, Trump se refiere como “sureño tonto” y “mentalmente retardado” por haberse exculpado de la investigación sobre la Injerencia Rusa en la Elección Presidencial, por conflicto de interés.

El autor del editorial anónimo dice que cercanos colaboradores analizaron la posibilidad de invocar la enmienda 25 para “retirar al presidente por “incapacidad física o mental” tratan de impedir los impulsos del presidente en lo que el autor denomina “golpe de Estado Administrativo”.

Trump amenaza al NY Times y exige nombre del autor

Trump exigió al diario The New York Times el nombre del autor “por razones de seguridad nacional”, o ‘investigar al diario igual que a sus reporteros Peter Baker y Maggie Haberman” insistiendo en un evento en Fargo, Dakota del Norte, en que “los periodistas son enemigos del pueblo norteamericano”.

El viernes Trump instruyó al Procurador General Jeff Sessions para que investigará quién es el autor del artículo. Dijo que “nunca ha cometido falta alguna y es una víctima de intentos de llevarlo a un “Impeachment” o Juicio Político, ante la inminente victoria demócrata en las elecciones de Medio Término, en Noviembre, para renovar al Congreso, por lo que ahora se enfocan en la posibilidad de conservar la frágil mayoría del Senado, que dará la última palabra en caso de Impeachment.

“Si soy enjuiciado será culpa de ustedes que no votaron por nuestro Congreso”, dijo Trump.

 “Como pueden enjuiciarme si no he hecho nada malo” dice Trump

“Yo digo, cómo pueden enjuiciar a alguien que está haciendo un gran trabajo, que no ha hecho nada equivocado, nuestra economía está bien, cómo lo hacen … pero dicen vamos a enjuiciarlo …”

El diario le respondió en un editorial que “hacer señalamientos, usar sobrenombres, hacer acusaciones infundadas o de traición con desplantes de inestabilidad no sólo muestran la fragilidad emocional y ausencia de control en los impulsos del Presidente, sino su fracaso en comprender la naturaleza del puesto que desempeña, el gobierno que encabeza y la democracia a la que juró servir”.

 Expertos de inteligencia explican porque advierten sobre Trump

En lo que coinciden más de 400 ex funcionarios de agencias de Inteligencia de Estados Unidos, que han externado su preocupación por la política del presidente Donald Trump, que nunca imaginaron ver en Estados Unidos.

“Siempre fue inimaginable para nosotros, que un presidente abogara por el encarcelamiento de un oponente en la elección, atacara al Departamento de Justicia y al FBI, calificara a la Prensa como “enemigo del pueblo”, insultara a aliados y lo más importante, rehusara a combatir una conclusión bien documentada sobre ataques cibernéticos externos a nuestro sistema electoral, en procesos que tienen como objetivo debilitarnos, en una clara invitación a Rusia a continuar haciéndolo”, dice John Laughlin, Ex subdirector de la CIA de 2000 a 2004.

Agregó que “sería maravilloso tener un Presidente confiable y no alguien que por sus constantes mentiras, automáticamente se convierte en sospechoso.”

“En nuestras carreras hemos evaluado sociedades donde la libertad de expresión, instituciones democráticas o la regla de la ley no existen o están bajo ataque, como en Rusia y China o lugares donde frágiles democracias se erosionan imperceptiblemente como en Turquía”, agrega Laughlin.

“Entonces consideramos un crimen no compartir señales de alerta como el ataque a las instituciones, neutralización de opositores, intimidación de legislaturas y otras, que son claramente visibles bajo esta administración, ante un alto grado de complacencia” lo que dijo, obligó a los expertos en inteligencia a salir de sus zonas de confort por el peligro que eso representa.

 Trump capitaliza resentimientos que políticos sembraron por años: B. Obama

Al cierre de la tormentosa semana para Trump, peor que la anterior, el ex presidente demócrata Barack Obama se unió a la lista de opositores y críticas de peso completo del mandatario, propinándole fuertes golpes, que el mandatario apenas contestó.

En un evento que generó celos de Trump, quien se quejó de la “fanfarria y adulación” al ex presidente, Obama dijo en la Universidad de Illinois, que las elecciones este 6 de Noviembre son determinantes para el curso de la democracia en este país, en que “poderosos y privilegiados quieren mantenernos divididos, disgustados, porque les ayuda a mantener el status quo para conservar su poder y privilegio”.

Advirtió que “cuando hay un vacío en la democracia por la poca participación de votantes y no se aprecian las libertades, voces que buscan el retroceso ocupan ese vacío”.

“Las políticas del miedo y resentimiento son capitalizadas por promesas de demagogos que ofrecen soluciones simples a problemas complejos, no la promesa de luchar por ciudadanos comunes, sino por los ricos y poderosos y debilitan normas que aseguran responsabilidad o cambian las reglas en favor del gran capital, como el recorte de impuestos de 1.5 trillones en favor de ellos, sin importar el déficit”.

Trump reclamó la pasividad de los partidos políticos ante la injerencia rusa y en especial, al Partido Republicano tras su lucha eterna contra el comunismo … ahora alabando a un ex director de la sangrienta KGB, saboteando el Seguro de Salud para gente pobre o justificando a los neonazis en lugar de confrontarlos como nación.

“Esto no comenzó con Donald Trump” dijo Obama en un auditorio abarrotado, “Él sólo capitaliza el resentimiento sembrado por políticos durante años, un temor y coraje que tiene raíces en nuestro pasado pero también nace de convulsiones que se originan en nuestros tiempos”.

 2a sentencia en Rusiagate y posible citatorio a Trump

Pero no son los únicos preocupados.
Tras la sentencia de sólo dos semanas y pago de 9 mil 500 dólares a George Papadopoulos, ex asesor de política externa de Trump, a cambio de la extensa información que brindó y su amplia cooperación tras declararse culpable de mentir al FBI, aumentó el nerviosismo en la Casa Blanca y la
posible anulación el acuerdo de confidencialidad de Michael Cohen con Stormy Daniels, ex amante de Trump, quien podría dar detalles de su relación con el Presidente, los abogados del magnate -que no han decidido su testimonio ante el Fiscal Robert Mueller- están nerviosos.

En especial por la cooperación de Papadopoulos, cuyas declaraciones iniciaron la investigación sobre posible colusión, ya que contradijo al Procurador General Jeff Sessions, quien podría ser acusado de perjurio y quizás haya involucrado al Presidente.

Rudy Giuliani rechazó la posibilidad de que Donald Trump rinda testimonio bajo juramento ante el Fiscal Especial Robert Mueller sobre la Injerencia Rusa en la Elección Presidencial de 2016 y posible colusión con su equipo de campaña, pues saben que si se niega, Mueller le enviará un citatorio que no puede rechazar, por lo que buscan aun imponer condiciones improcedentes.

 “Las políticas de Trump son populares aunque él no lo sea”: Casa Blanca

Aunque sabe que no sucederá así, la Casa Blanca dijo “estar confiada en que los republicanos mantendrán el control del Congreso”, porque dice Mick Mulvakey, asesor de Trump “Las políticas del Presidente Trump son populares, aún cuando él no lo sea”.

De acuerdo a expertos, las elecciones del 6 de noviembre, en sólo 8 semanas, serán únicas, porque se dan en condiciones completamente diferentes.

Históricamente el partido en el poder pierde la elección de Medio Término, debido a razones económicas, pero ante el dinámico crecimiento que llevó al mercado de valores a rebasar los 26,000 puntos, los votantes tendrán que decidir entre una economía dinámica y estable bajo un Presidente que desaprueban en cada encuesta o arriesgar la situación económica en aras de salvar la democracia, restaurando un adecuado balance de poderes.

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