Una pareja británica extrajo, sin previo consentimiento, el esperma de su hijo muerto, con el fin de buscar a una mujer que acepte darles el nieto y sucesor que ellos esperan herede su enorme fortuna.
Tras el fallecimiento de su hijo en un accidente automovilístico, los padres extrajeron el líquido seminal y lo enviaron a Estados Unidos, donde con ayuda de una gestación subrogada, consiguieron concebir a su nieto, con la oportunidad de incluso seleccionar el género del bebé.
El Doctor David Smotrich, encargado de realizar las intervenciones, reveló que desconocía que la pareja no contaba con la autorización para el procedimiento.
Además indicó que ese tipo de peticiones es algo inusual, pero “fue un honor poderles ayudar en una situación tan trágica”, ya que aseguraron “así lo hubiera querido su hijo”.
Se señaló que la pareja fue estricta al escoger un óvulo, pues dijeron no podía ser cualquiera.
El óvulo debía pertenecer a una mujer que ellos creían que acabaría casándose con su hijo, por lo que la selección fue exhaustiva.
También pidieron un nivel de estudios determinado, apariencia física definida y un elevado nivel intelectual.
En el proceso se crearon cuatro embriones para que el matrimonio pudiera elegir uno.
El vientre subrogado y la mujer que donó su óvulo pertenecen a Estados Unidos, y todas las intervenciones tuvieron un costo de entre 60 mil y 100 mil libras.
La pareja volvió a Estados Unidos con el bebé y todos los papeles en regla.
El Doctor Smotrich aseguró que aún sigue recibiendo tarjetas de Navidad de parte de la familia; aunque dijo afirmó no estar seguro de quién deberías ser el padre del menor, “en este caso, por lo que me dijeron los padres, su hijo deseaba absolutamente tener hijos”.
Con información de medios
fahl