Sam Darnold tiene apenas 21 años y 98 días, por lo que se debut generó muchas expectativas. El quarterback de los Jets es el más joven en abrir un partido en su posición en los últimos 17 años, y Todd Bowles, head coach, armó un esquema ofensivo para que tuviera éxito su pasador.
El resultado no salió como esperaba desde un inicio, y es que en su primer pase sufrió una intercepción que acabó en seis puntos, y comenzaron las especulaciones si era adecuado poner al egresado de USC como titular a tan corta edad.
Pero el número 14 de los neoyorquinos se quitó el mal sabor de boca de inmediato, y cambió el guión en pocos segundos. Demostró que tiene pasta de titular, y llevó a su ofensiva a un regreso con gran autoridad.
Su línea ofensiva lo protegió muy bien, y cuando se vio en aprietos, no arriesgó el ovoide, salió de la bolsa de protección, y encontró al que será su blanco favorito en el año: Quincy Enunwa.
Pasaban los minutos, y ya no parecía novato. Darnold conectó dos pases de anotación, además que la defensiva de los Jets salió en una noche de gran inspiración, sumado a una de pesadilla para Matt Stafford, quarterback de Lions, quien ya temía lanzar el balón, y es que acabó con cuatro intercepciones.
El tercer cuarto fue la hecatombe para los Lions. Los rivales les hicieron 31 puntos, y provocaron los silbidos y abucheos para los uniformados de azul con casco plateado. Detroit ya no veía por donde le llegaban los puntos en contra al marcador, y es que le interceptaban a Stafford, pasaba Darnold, y los corredores visitaban las diagonales.
Cuando un marcador es tan abultado en la NFL, los head coaches suelen meter a su pasador suplente, pero ayer, Todd Bowles dejó a Sam en los controles, pues era necesario que agarrara ritmo. Acabó la pesadilla de los Lions, y ahora se deben replantear muchas cosas para el resto de la campaña regular.
LEG