Foto: Reuters Estados Unidos organizó diversos actos de conmemoración de los ataques de septiembre de 2001, en los que fallecieron casi tres mil personas y supusieron el mayor atentado terrorista de la historia del país  

Estados Unidos mostró un momento de unidad en medio de la polarización política al recordar a las cerca de tres mil víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, con actos de conmemoración para recordar a las víctimas y en los que se destacó el sacrificio de los héroes, a 17 años de la tragedia.

En Nueva York, la solidaridad de los habitantes y visitantes se hizo presente como cada aniversario de los atentados terroristas del 11-S.

La “zona cero“, como se conoció el lugar tras los ataques, usualmente concurrida por albergar varias estaciones del metro y comercios, no paró de recibir gente durante todo el día.

Se detenían, tomaban fotos, videos o simplemente observaban en silencio los espacios donde una vez estuvieron las torres gemelas, blanco del atentado en Nueva York, donde casi 3 mil personas perdieron la vida.

“Hoy hay más gente de lo habitual y un poco más de policías”, dijo Malcolm, un guardia de seguridad de la gigantesca estación del World Trade Center, que tiene forma de ave y varios niveles, diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava donde antes estuvieron las torres y que alberga exclusivas tiendas.

En el decimoséptimo aniversario del peor atentado terrorista de EU, la zona, que quedó destruida, ya ha recuperado totalmente su vitalidad con la apertura de la estación de metro Cortlandt, cerrada desde entonces para la ruta de la línea 1, que viaja entre el distrito del Bronx y el bajo Manhattan.

Sin embargo, ayer quedaron cerrados los cuatro accesos a esa estación en el World Trade Center y algunas calles aledañas durante varias horas debido a la ceremonia anual en memoria de las víctimas, a la que acudieron miles de personas, entre ellas el gobernador Andrew Cuomo y el alcalde Bill de Blasio.

Como cada año, fue un emotivo acto en el que se leyeron los nombres de las víctimas y se guardaron minutos de silencio en las horas exactas en que cada avión impactó a las Torres Gemelas.

“Cada 11-S me tomo el día libre para venir aquí y rendir tributo a las víctimas”, dijo la neoyorquina Patricia Molinar, que acudió acompañada de su hermana, ausente también de su trabajo por la misma razón, y que observaban en silencio.

“Es muy triste lo que pasó pero hay que seguir adelante, que es muy importante”, dijo.

Casi dos décadas tras los atentados, la reconstrucción continúa en la zona cero.

El presidente Donad Trump acudió al monumento homenaje en Shanksville (Pensilvania), donde se estrelló el vuelo 93 de United, secuestrado por los terroristas, con 40 personas a bordo.

“El futuro de EU no lo escribirán nuestros enemigos (…) EU nunca jamás se rendirá a la tiranía”, dijo Trump.

En ese momento, subrayó el mandatario, “un conjunto de valientes patriotas respondió a los enemigos del país” y se unió “al grupo inmortal de héroes estadounidenses”.

El vuelo 93 de United estaba dirigido hacia el Congreso estadounidense, y se estrelló en las praderas de Pensilvania, a 270 kilómetros al noroeste de Washington, cuando los 40 pasajeros se rebelaron contra los terroristas que habían tomado control del aparato.

Por ello, Trump recalcó que “las lágrimas de los familiares” están acompañadas por “el dolor compartido de toda una nación”.

Pocos minutos antes, el vicepresidente Mike Pence, en una ceremonia en el Pentágono, donde otro de los aviones impactó contra la sede del Departamento de Defensa, a las afueras de Washington, y dejó 184 muertos, expresó su “deuda de honor y respeto” a las víctimas y familiares.

También presente en la ceremonia, el secretario de Defensa, James Mattis, que acaba de volver de un viaje sorpresa a Afganistán, donde las tropas estadounidenses combaten desde hace 17 años, precisamente a raíz del histórico ataque, reconoció el esfuerzo de quienes pese al peligro se apresuraron a socorrer a las víctimas.

LEG