Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), aseguró que para hacer realidad el México que todos queremos en el futuro, será necesario redoblar los esfuerzos, por lo que los industriales del país “no van a regatearle a nuestro país”.
En la clausura de la 25 Reunión Anual de Industriales (RAI), en el marco de los 100 años de la Concamin, el presidente de la Concamin reconoció la labor que ha hecho la actual administración sobre la creación de las reformas estructurales, las cuales fueron “uno de los grandes aciertos de la presente administración ante los desafíos del contexto actual y la visión de alcanzar un país más próspero”.
Además, Cervantes Díaz destacó la labor de el presidente Enrique Peña Nieto, ya que logró una exitosa renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el marco de una transición “tersa y ordenada”.
Por otra parte, el presidente de la Concamin admitió que dada la profundidad con la que cuentan las reformas implementadas a lo largo de estas seis años, será de suma importancia que la maduración de estas se deba al esfuerzo que realicen en un futuro los sectores productivos de la sociedad que haya sido beneficiada a lo largo de esta transformación.
En la comida de clausura de la RAI y de los festejos por los 100 años de la Concamin, Cervantes Díaz le entregó al presidente Peña una moneda conmemorativa del centenario de la Confederación.
Por su parte, Peña Nieto, hizo entrega del galardón al mérito centenario Concamin a Claudio X. Gonzalez, presidente del Consejo de Administración de Kimberly Clark, quien también aprovecho para aplaudir las reformas estructurales en este sexenio, pero aseguro que estas necesitan mejoras constantes para que sigan fomentando el desarrollo económico y competitivo del país.
Claudio X. González, durante su discurso, puntualizó que para potenciar el crecimiento económico del país se necesitarán de tres ejes, “la globalización del comercio y de la inversión, la democratización del país, y el desarrollo de tecnologías”.
fahl