A partir de hoy y hasta el 2 de octubre, la UNAM vive sus dos semanas más tensas desde que se registró el ataque en la explanada de la Rectoría contra alumnos del CCH Azcapotzalco, el 3 de septiembre pasado.

Con activistas-reactivados, hay dos motivos para movilizarse: el 50 aniversario de la matanza del 2 de octubre de 1968 y el reciente ataque porril a estudiantes del bachillerato universitario en la explanada de la Rectoría.

A la vista hay paros, marchas y hasta intentos de grupos de sembrar actos violentos para desprestigiar las acciones de los estudiantes. Por lo que las autoridades deberán de estar muy pendientes y tomar medidas para prevenir.

Y es que la universidad más grande del país es un jugoso espacio para los grupos que no ganaron nada en las urnas –o ganaron muy poco–. Tiene un presupuesto de casi 40 mil millones de pesos, y una comunidad de 300 mil personas, entre trabajadores, académicos y alumnos, además de que es ubicada entre las universidades con mayor prestigio en América Latina.

Desde ahí, las opiniones sobre el Nuevo Aeropuerto o las reformas educativa y energética tendrán un peso significativo.

Aunque el conflicto en la Universidad Nacional tuvo un inicio muy localizado, la lentitud y la forma érratica con las que las autoridades actuaron lo complicó. Inició en el CCH Azcapotzalco con el borrado de un mural estudiantil conmemorativo al paro de 1999-2000, siguió un enfrentamiento en ese plantel y lo agravó la aceptación de la renuncia de la directora, por parte del director general del CCH, Benjamín Barajas Sánchez, en un parque, sin que mediara un acto de entrega-recepción.

(Después se tendrán que investigar esas casualidades y omisiones de la vida universitaria, como la de que Barajas Sánchez fue director del CCH Naucalpan, municipio mexiquense de donde salió el grupo de porros que agredió a los alumnos en la explanada de la Rectoría; o las versiones de que los agresores llegaron en autobuses que dejaron en estacionamientos controlados de CU y regresaron en los mismos).

Ahora, con un aniversario simbólico en dos semanas y una transición de poder en dos meses y medio tanto a nivel federal como a nivel local, además de dos partidos políticos que han tenido presencia tácita en la UNAM, heridos (PRI y PRD en la capital), existen elementos para que el movimiento universitario crezca.

Y haya grupos ajenos o muuuy internos que busquen ganar fortaleza y espacios en medio de la tormenta y que ya se frotan las manos.

#¿LoboEstásAhí?

A propósito de la reducción en el gasto de publicidad anunciada por el próximo Gobierno, algunos especialistas han manifestado que en los medios impresos no hay un estudio claro que permita conocer el impacto de periódicos y revistas como sí lo hay en TV y en Web, como es el caso de las mediciones de Ibope y ComScore.

No obstante, hay varios estudios que pueden tomarse en cuenta: la circulación certificada y el pass-along, que combinados pueden dar una muestra del impacto que tiene cada uno de los diarios y revistas. También hay que revisar la devolución, porque muchos medios nos dicen cuántas copias tiran, pero no cuántas les devuelven.