Muchas son las cosas por las que Elena Estavillo llama la atención, podríamos decir que se graduó en Economía con honores en el ITESM y obviamente llamaría la atención, si a esto le sumamos que tiene una maestría en Economía Matemática y un doctorado en Economía en la Universidad de París, y que su tesis recibió mención honorífica, también diríamos wow, pero qué tal si les comento que además en concertista y cantante de ópera, seguramente quedarán doblemente sorprendidos.
Y más si de la persona que les hablo, es la Comisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones cuyo objetivo primordial es el desarrollo eficiente de la radiodifusión y las telecomunicaciones en México.
Carrera de decisiones
Elena estudió Economía con un interés marcado por el comportamiento de la personas, por qué las empresas se comportan de tal o cual manera, ¿porque las empresas hacen lo que hacen?, ¿Cómo determinan sus estrategias para crecer?, ¿cómo toman sus decisiones?, y quién lo iba a decir, a lo largo de su carrera ha vivido en carne propia estas disyuntivas, primero decidir entre dos pasiones la economía y la música, después tener una gran trayectoria en el sector público y renunciar, iniciar su propia empresa, para luego volver al gobierno.
“Trabajé en la Presidencia de la República, en SEDESOL, en la Comisión Federal de Competencia, en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes luego de nuevo hasta que tomé una decisión que fue muy importante en mi desarrollo profesional y en parte, y debo decirlo con toda claridad, porque llevaba tiempo enfrentándome al techo de cristal, que es una realidad, y algo que enfrentamos todas las mujeres en ciertos momentos de nuestra carrera profesional, no me podía quedar estancada y dije, bueno ¿qué voy a hacer para poder seguir creciendo profesionalmente? Me decidí a salir del sector público y poner un despacho de consultoría en estos temas que ya me estaban apasionando, competencia y regulación.”
Pasaron 10 años hasta que llegó la Reforma Constitucional de Telecomunicaciones y Elena tomó otra decisión: “cuando vi el alcance de la Reforma dije: tengo que estar ahí. Y se abrió la posibilidad además en un procedimiento meritocrático, que es muy importante para nosotras como mujeres, para poder competir en igualdad de circunstancias, y fue por eso que me decidí entonces a participar en esta convocatoria.”
Y así, tras un proceso intenso, en el que acreditó gran cantidad de requisitos y un examen de ocho horas que se componía de aspectos económicos, de ingeniería y de derecho, el presidente de la República la propuso al senado y este la ratificó.
Arma contra la discriminación
Fue el techo de cristal, la invisible capa que frena el ascenso de las mujeres lo que hizo que Elena Estavillo decidiera cambiar el rumbo de su carrera por una década, y un factor, la meritocracia, lo que la hizo volver, pero esto es algo que no es común en todas las áreas de trabajo en México: “He observado mayor apertura en empresas internacionales donde hay otras reglas, en las que si se le da importancia al mérito, a la igualdad de oportunidades, donde si cuidan de no caer en discriminación hacia las empleadas y hacia los empleados, no es nada más el género, y en nuestro país, hay muchas Instituciones que no dan importancia a los temas de discriminación, no hay la suficiente conciencia de que existe.
De hecho, se ha normalizado, se ha naturalizado como si fuera lo lógico que las mujeres estén relegadas o que tengan una participación muy pequeña, cuando no es la que debería corresponder.
Por ejemplo, el número de mujeres que se gradúan en nuestro país que es muy alto de sus capacidades demostradas cuando están en estos ambientes meritocráticos como el de las universidades, donde tienen los mejores promedios, las menciones honoríficas, donde continúan a hacer especialidades, postgrados, ahí donde sí se asegura este ambiente más meritocrático está demostrado que las mujeres participamos, pero ¿qué pasa después cuando vamos al sector laboral? Las mujeres van a medida que uno va subiendo en las jerarquías pues cada vez hay menos, y cuando se llega a plantear esto, tratar de hacerlo consiente, muchas veces lo que escucho es, bueno es que no hay mujeres, es que ¿dónde están? Y eso tiene que ver con que se ha naturalizado y que se cree
que porque las mujeres no están arriba es porque no hay mujeres o porque no hay mujeres expertas o capaces y eso es síntoma de un sistema discriminatorio.”
Juntas para eliminar barreras
Es este análisis es el que llevó a Elena y a la ex comisionada Adriana Labardini a formar la red Conectadasmx, en la que académicas, empresarias y funcionarias públicas se unieron para evaluar y redireccionar estrategias de empresas, organizaciones públicas y privadas con el fin de incoporar a las mujeres en puestos de alta dirección y toma de decisiones, sobre todo en el sector telecomunicaciones y tecnologías de la información.
“Yo veía a mujeres muy destacadas que están en este sector, en diferentes ámbitos, con distintas responsabilidades, y también me había dado cuenta de que había varios grupos de mujeres diseminados tratando de apoyar a las mujeres, y pensamos, ya que somos tan pocas ¿por qué no juntar fuerzas? Y fue con este enfoque, y también con el de no duplicar esfuerzos, que nos unimos.
Conectadasmx, esta dedicada a apoyar a las mujeres que ya están en puestos gerenciales, que tienen cierta experiencia profesional y se empiezan a enfrentar a este techo de cristal, y está conformado por mujeres directivas de diferentes ámbitos, el privado, público y académico. “Convocamos a todas las mujeres que tienen que ver algo con estas actividades, para juntar fuerzas, por que aunque en algunas cuestiones profesionales estamos sentadas en diferentes lados de la mesa nosotros somos autoridad, tenemos a los regulados, tenemos a la academia, no siempre estamos de acuerdo en cuestiones que tienen que ver con esta actividad profesional.
Pero en lo que si podemos estar de acuerdo es en que queremos hacer algo para que las mujeres tengamos más oportunidades y además unir esfuerzo con las que toman decisiones, para ayudar a que otras mujeres superen el techo de cristal.
En dinero, las mujeres hacen la diferencia
Pero más allá de la igualdad de oportunidades que es lo que se busca a través de esta Asociación, hay un aspecto que se olvida y en el que la participación de las mujeres es una razón poderosa para hacer la diferencia.
“Tenemos muchísimos estudios que nos apoyan en ese sentido, hay un estudio en donde dice que si las mujeres se incorporaran a la actividad económica con las mismas oportunidades que los hombres en los países de Latinoamérica podría aumentar la producción 25%.
También hay estudios que hacen la comparación de los resultados que tienen empresas donde hay participación de mujeres en los consejos de administración, y en ellas hay un incremento claro en las utilidades de las empresas. Otros hablan de la innovación, aquellas empresas en donde hay más mujeres participando en ‘puestos de decisión’, generan mayor innovación y sobre todo innovación disruptiva, que pueden ser desde inventos, avances tecnológicos, formas de hacer negocio y que cambian por completo la dinámica de un mercado o crean un nuevo mercado, un nuevo producto, una nueva oferta que antes no existía, estas innovaciones se generan ‘más’ en las empresas donde hay más mujeres tomando decisiones”.
Finalmente Elena Estavillo cuestiona: ”¿Por qué estamos perdiendo eso? Es un costo de oportunidad altísimo, somos un país con muchas necesidades, entonces ¿Cómo es posible que no estemos aprovechando nuestros recursos humanos? Nuestros recursos de las mujeres preparadas, competentes, con ganas de trabajar, con ganas de aportar, no podemos dejar que esto pase”.
Hoy es el sector de telecomunicaciones y tecnologías de la información, esperamos que mañana sean todos.