México mantiene índices macroeconómicos sólidos, una deuda en un nivel controlado y sustentable en el largo plazo y crecimiento económico, pese al ambiente mundial adverso, el proteccionismo y las “guerras comerciales”, destacaron ejecutivos de finanzas.
El presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Fernando López Macari, precisó que si bien el país tiene índices y problemas que solucionar, “el juicio de bancarrota no es el adjetivo más adecuado para definir la situación del país”.
Durante la rueda de prensa mensual del organismo, resaltó que México ha logrado cumplir con sus compromisos financieros, lo que se refleja en la ratificación de la calificación del país por parte de las principales agencias que evalúan el riesgo y la situación económica de los gobiernos.
“Si hubiera señales de bancarrota, evidentemente tendríamos que señalarlas; no es el caso, así no lo vemos en el IMEF. México sí tiene problemas qué solucionar, necesita equilibrar el gasto y privilegiar la inversión por encima del gasto público o el gasto corriente, pero sin duda los índices macro y las finanzas públicas se han conducido con responsabilidad en los últimos tres sexenios”, agregó.
Sobre la posibilidad de que la siguiente administración federal pueda contar con los recursos presupuestales para cumplir con sus ofertas de campaña, precisó que hay muy poco margen para implementar todas las propuestas y los programas que se quieren poner en marcha.
“El dinero no alcanza, y cuando el dinero no alcanza, lo que tienen que hacer los gobiernos, como lo hacemos nosotros en nuestras casas, es priorizar el gasto y la inversión”, apuntó, al recomendar al nuevo gobierno darle prioridad a algunos proyectos y estimar los recursos que se necesitan para ello.
Expuso que en el diseño del paquete económico de 2019, el equipo de transición se ha percatado que no hay espacio presupuestal para cumplir con los programas que se quieren implementar, por lo menos el primer año de la siguiente administración, lo que ha hecho que se vaya moderando el discurso en cuanto a propuestas y políticas a implementar.
Por otra parte, López Macari manifestó que entre los ejecutivos de finanzas hay preocupación ante la posibilidad de que la economía mexicana modere su ritmo de crecimiento en el primer año del gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Esto, porque la historia demuestra que en el primer año de los sexenios presidenciales en México hay una “desaceleración estacional”, debido a que la inversión privada se modera de manera significativa, lo mismo que el gasto y la inversión pública.
Si bien el IMEF por ahora pronostica que la economía mexicana crecerá 2.0% en 2019, tasas ligeramente menor a la de 2.10% estimada para el cierre de este año, indicó que aún no incorpora el fenómeno de “desaceleración estacional”, por lo cual anticipó que la actividad económica crecerá menos de 2.0% el siguiente año.
Señaló que el organismo ajustó su estimado de crecimiento para este año de 2.15 a 2.10%, debido a que la economía se desaceleró en el segundo trimestre al experimentar un caída de 0.2% y ubicarse como el periodo trimestral más débil en los últimos 10 años, además de que se percibe atonía en la actividad económica en lo que resta del año.
El dirigente de los ejecutivos de finanzas expresó su optimismo ante la posibilidad de que se pueda cerrar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de forma trilateral, es decir, que Canadá se sume al acuerdo bilateral alcanzado entre México y Estados Unidos.
En cuanto a la consulta ciudadana sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, opinó que el resultado de ésta será una señal muy importante para los principales inversionistas en cuanto al respeto del Estado de derecho en torno a las asociaciones público-privadas que desean llevar a cabo durante la nueva administración.
Anunció que el próximo 25 de septiembre el IMEF presentará una propuesta integral de reforma al sistema de pensiones y jubilaciones, a fin de resolver de forma y fondo el problema de insostenibilidad financiera que pueden enfrentar hacia el futuro, por lo cual el organismo está de acuerdo con el nuevo gobierno en elevar la edad de jubilación, actualmente en 65 años.
También compartió la intención de la siguiente administración de impulsar a la banca de desarrollo, ya que es un sector clave para detonar el crecimiento económico del país, pero opinó que para ello es necesario poner al frente de estas instituciones a banqueros experimentados.
DPC