El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló esta tarde por teléfono con el presidente ruso, Vladímir Putin, para tratar sobre la crisis tras el derribo de un avión ruso en Siria por un misil sirio que respondía a un ataque aéreo israelí.
Netanyahu “expresó su pésame por la muerte de los militares rusos y dijo que Siria era responsable de la caída del avión“, señaló su oficina en una nota.
El jefe del Gobierno israelí “remarcó la importancia de continuar la coordinación de seguridad entre Israel y Rusia, que ha logrado impedir muchas pérdidas en ambos lados en los últimos tres años”, añade el comunicado.
Netanyahu también insistió a Putin en que su país “está decidido a parar el avance militar de Irán en Siria y los intentos de Irán, que llama a la destrucción de Israel, de dar a (la milicia chií libanesa) Hizbolá armas letales contra Israel”.
También trasladó al presidente ruso que está dispuesto a facilitar todos los detalles necesarios para la investigación del incidente y sugirió una visita a Moscú del comandante de la Fuerza Aérea para proporcionar la información necesaria.
El Ministerio de Exteriores israelí confirmó hoy que su embajadora adjunta en Moscú, Keren Cohen-Gat, fue llamada hoy a presentarse ante las autoridades diplomáticas rusas para dar explicaciones sobre lo sucedido.
El Ejército israelí aseguró hoy en un comunicado que el régimen sirio de Bachar al Asad es “totalmente responsable” del derribo del avión militar ruso en Siria, además de Irán y la milicia chií Hizbulá, después de que Moscú le acusara de provocar el incidente.
“Israel atribuye al régimen de Al Asad, cuyo Ejército disparó al avión ruso, la total responsabilidad por este incidente. También Irán y el grupo terrorista Hizbulá son responsables”, declaró la cartera militar después de que el Ministerio de Defensa ruso confirmase hoy que un avión IL-20 fuera abatido por un misil S-200 de la defensa antiaérea siria y responsabilizase a Israel de usarlo como escudo cuando atacaba objetivos en la provincia de Latakia.
Según Moscú, la aviación israelí “creó de manera premeditada una situación peligrosa para los buques de superficie y aeronaves que se hallaban en la zona”, lo que finalmente provocó el derribo accidental del IL-20 y la muerte de sus 15 ocupantes.
El Ejército israelí acusa a la aviación siria de disparar “indiscriminadamente” y de forma “inexacta”, pero confirma que anoche su aviación atacó una instalación de las Fuerzas Armadas sirias, “desde los que iban a ser transferiros sistemas de fabricación de armas precisas y letales en nombre de Irán a Hezbolá en el Líbano”.
“Estas armas estaban destinadas a atacar a Israel y representaban una amenaza intolerable”, declara la nota militar.
TFA