Todos pierden si éste es el camino trazado para que Ricardo Ferretti se quede como seleccionador mexicano de forma definitiva: pierde Tigres, por la inestabilidad que esto le supone; pierde el Tri, que se proyecta suplicante para que determinado personaje, que alguna vez le desdeñó, lo dirija; y pierde el propio Tuca, obligado a una narrativa digna de montaña rusa: sube y baja, yo sí quiero, entiendan que no depende de mí, claro que me gustaría, pero soy leal a Tigres, antes tendría que haber un arreglo, ya no estén molestando con ese tema.

Si es que es el camino trazado, porque probablemente no lo es y sólo nos vamos entreteniendo en una especie de novela de folletín, expectantes a una nueva entrega. Acaso la federación negocia por otro lado, detrás de la tremenda humareda que Ferretti implica. Acaso tras sondear las opciones del mercado nacional y entender los costos de cada una, haya determinado invertir mejor en alguien ajeno a nuestro medio futbolístico. Sólo acaso.

Mientras nada se aclare, ahí estará Ferretti y, con él, la incertidumbre. No sólo para periodistas y aficionados, sino, además, tanto para sus dirigidos y directivos en Tigres como para sus dirigidos y directivos en el Tricolor.

En medio de todo eso, declaraciones más bien disruptivas (¿o sinceras?) desde el presidente felino, Miguel Ángel Garza, clamando que ni siquiera “las gracias les han dado” por ceder a su director técnico.

El futbol mexicano pretende tejer un plan rumbo al Mundial 2026, en el que será coanfitrión, sabedor de que el análisis será inmediato y de ninguna forma esperará ocho años. Para eso tendrá que estar preparado quien acepte ese puesto, sea Tuca u otro.

Claro que alguien con la legitimidad de Ferretti tendría que disponer de mayores prerrogativas…, mero supuesto, porque tras los dos amistosos saldados con derrota, ya hubo quien concluyó que no es el técnico indicado; algo así como pedir el cese de quien ni siquiera ha sido asignado.

Pero volvamos al camino trazado: pasar de interino o permanente, bajo tantas negativas y trabas, no es lo idóneo para ninguna de las tres marcas; ni para Tigres, ni para Tri, ni para Tuca. Otra cosa es que quizá así sea como se vaya a quedar, quien no por ser uno de los individuos más entrañables y exitosos en la historia de nuestro futbol, deja de ser quien más obstáculos ha implicado para dirigir a nuestra selección.

Twitter/albertolati

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