Foto: EFE En su acervo figuraban valiosos documentos y piezas únicas  

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) calcula que la restauración del Museo Nacional de Río de Janeiro, que perdió el 90% de su acervo después de ser consumido por las llamas, tomará unos 10 años, informaron hoy fuentes oficiales.

“Es un trabajo de muchos años. No existe en este momento ninguna solución mágica que permita reconstruir el museo en unos meses. Tenemos un largo trabajo de identificación de los escombros, muchos de los cuales son fragmentos de artículos del museo”, afirmó la representante de la Unesco en Brasil, Marlova Jovchelovitch Noleto, en una rueda de prensa.

De acuerdo con la representante, la reconstrucción del Museo será un trabajo gradual que se llevará a cabo en varias etapas porque también hay que tener en cuenta “la reconstrucción del edificio histórico en sí, que también demanda tiempo”.

Jovchelovitch Noleto consideró que a medida que se adelanten los trabajos, el Museo podrá abrir sus puertas al público paulatinamente y por etapas.

La representante de la Unesco en Brasil habló con los medios acompañada de los miembros de la misión de emergencia de esa organización, comandada por la italiana Cristina Menegazzi quien dijo que el acervo puede ser reconstruido con donaciones de otros museos y el uso de tecnologías avanzadas, como impresiones 3D.

La misión de emergencia, de la que también hacen parte el consultor del Centro Internacional de Estudios para la Conservación y Restauración de Bienes culturales, José Luiz Pedersoli Junior, y dos especialistas de la ciudad alemana de Colonia, estará en Brasil hasta el 23 de septiembre.

Durante ese tiempo realizará varias visitas técnicas al Museo a fin de garantizar la estabilidad estructural del edificio y ayudar en las labores de recuperación de objetos de la colección y de elementos arquitectónicos que se encuentran entre los escombros.

Asimismo, visitará otros seis edificios que conservan la memoria histórica, como el Archivo Nacional y la Biblioteca Nacional.

El Museo Nacional de Río de Janeiro, el más antiguo e importante de Brasil, perdió prácticamente todo su acervo histórico, científico y cultural tras ser consumido por las llamas hace algo más de dos semanas.

Construido por decisión del rey Juan VI de Portugal e inaugurado el 6 de junio de 1818, el Museo Nacional fue el escenario escogido por la princesa Leopoldina, mujer del emperador Pedro I, para firmar la declaración de independencia de Brasil en 1822 y también acogió la primera Asamblea Constituyente tras el fin del imperio.

En su acervo figuraban valiosos documentos y piezas únicas, como el esqueleto de Luzia, los restos humanos más antiguos descubiertos en Sudamérica, que databan de hace unos 12 mil años y cuyo destino hasta ahora se ignora.

Según la Unesco el trabajo de recuperación del museo se apoya actualmente con tres fuentes de recursos: el Fondo de Emergencia de la Unesco creado en 2015, el aporte del Ministerio de Educación de 10 millones de reales (unos 2,40 millones de dólares) para los esfuerzos iniciales de sustentación del edificio del museo y las donaciones de otros países.

 

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