La construcción definitiva del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco pondría en riesgo la reserva ecológica y la estabilidad lacustre de la zona, afirmó el investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, Miguel Ángel Sámano Rentería.
El especialista del Departamento de Sociología Rural consideró, por lo tanto, que la consulta que se realizará en octubre próximo debe incluir a expertos de todo el mundo, incluido a europeos que se rigen por normas más estrictas. Es importante, agregó, que den su punto de vista sobre las condiciones que guardan las obras y sus consecuencias a futuro.
En entrevista con Notimex dijo que quienes integran la Comisión del Agua de Texcoco han reportado que hay suelo lacustre que no es estable, lo que significa que tendrían que meter pilotes de control para garantizar su estabilidad.
Dijo que de continuar con este proyecto, se necesitarían para cada pista cerca de cinco mil pilotes de control a una profundidad de 70 metros y con un diámetro de un metro cúbico de cemento. “Esto nos lleva a tener que hacer un cálculo de todo el cemento y varilla que se necesita para construir este basamento”, explicó.
Considerando estos elementos, advirtió que a la larga este aeropuerto se convertiría en el “más caro del mundo” porque será difícil lograr estabilidad.
Señaló que aunque aparentemente es una zona seca, en realidad constituye un ecosistema con afluentes dinámicos que alimentan a las comunidades de la región con agua proveniente de Sierra Nevada.
Por ello, argumentó que cambiar los afluentes naturales con la continuación de la obra en Texcoco, generaría escasez de agua en la región.
El investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo aseveró que a esto se suman otros problemas sociales por las obras en el lugar, ya que con las excavaciones de las minas para material de construcción se han generado conflictos.
Sámano Rentería criticó que en el diseño y elaboración de este proyecto únicamente se hayan considerado al inicio especialistas nacionales, pero no se hayan tomado en cuenta a los técnicos europeos o incluso estadunidenses, quienes se rigen bajo normas más rígidas.
Es por ello que comentó que si se consultan a técnicos de Estados Unidos y Canadá, es probable que también determinen que la terminal aérea sea poco segura para sus aeronaves, lo que se traduciría en la decisión de que dichos países omitan esta terminal aérea para que sus naves aterricen.
En conclusión, el investigador universitario estimó que el proyecto podría considerarse un ecocidio, porque con esta obra se está destruyendo el equilibro de la reserva ecológica de Texcoco, y que a la Comisión de Agua de Texcoco le costó 30 años estabilizar para recuperar la zona lacustre de Texcoco.
Recordó que este proyecto originalmente fue uno de los que ayudó a estabilizar las tolvaneras que afectaban a la Ciudad de México, a la vez que se convirtió en un importante pulmón de la zona y amortiguador para evitar el crecimiento demográfico de la zona metropolitana.
NCG