Los líderes de las dos Coreas iniciaron ayer su tercera cumbre, la cual durará tres días, con la expectativa de analizar la desnuclearización de la zona.
En esta ocasión Kim Jong-un recibió en Pionyang al Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, con el objetivo también de mejorar las relaciones entre las dos naciones.
Aunque el contenido del primer encuentro no fue revelado ayer, se estima que esta primera ronda el desarme norcoreano ocupó el foco de las conversaciones.
Junto al líder norcoreano, Kim Jong-un, se sentaron Kim Yong-chol, jefe de inteligencia que en mayo se reunió en Washington con el presidente de EU, Donald Trump, y la vicedirectora de Propaganda y Agitación del Partido de los Trabajadores, Kim Yo-jong, hermana y fiel consejera del mariscal.
Al presidente surcoreano, Moon Jae-in, le acompañó también su jefe de inteligencia, Suh Hoon, y el director de la Oficina de Seguridad Nacional, Chung Eui-yong.
Los dos han sido figuras clave a la hora de mediar entre la Casa Blanca y la cúpula del régimen y prueba de ello es que la de hoy ha sido para ambos su tercera reunión en Pionyang con Kim Jong-un este año.
El encuentro, que duró unas dos horas, se celebró en la sede del Comité Central del Partido de los Trabajadores, tal y como mostraron imágenes enviadas por los periodistas surcoreanos presentes, un grupo tremendamente reducido dada la negativa de Corea del Norte a expedir visados a medios extranjeros para cubrir la cumbre.
En Washington, el Gobierno de EU dio a conocer que quiere ver “pasos significativos y verificables” hacia la desnuclearización de Corea del Norte en la cumbre de tres días que reúne desde ayer a Kim Jong-un y Moon Jae-in.
“Esperamos ver pasos significativos y verificables hacia la desnuclearización de Corea del Norte”, explicó en una rueda de prensa en Washington la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
La portavoz consideró que la cumbre da a Kim una “oportunidad histórica” para cumplir los compromisos que expresó en su reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump.
En su histórica cumbre de junio en Singapur, la primera entre los líderes de Corea del Norte y EU, Kim y Trump acordaron trabajar para desnuclearizar la península, pero en las últimas semanas, el diálogo bilateral se ha enquistado debido a las diferencias entre ambos países sobre cómo llevar a cabo ese proceso.
Corea del Norte ha exigido avances en la firma de un tratado de paz con el Sur que ponga fin al estado de guerra que técnicamente aún se mantiene en la península, a cambio de ejecutar los pasos concretos para desmantelar su arsenal que le exige la Casa Blanca.
fahl