El gobierno federal perdió la pista de casi mil 500 niños migrantes que ingresaron sin documentos a Estados Unidos y que fueron colocados con familiares tras haber sido liberados de refugios, de acuerdo con documentos del Congreso.
En un nota publicada este miércoles, el diario The New York Times indicó que la situación es similar a la admisión de abril pasado de que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) había perdido también la pista de mil 475 niños migrantes liberados el año pasado de refugios.
Investigadores del Senado dijeron el martes que el HHS no pudo determinar con certeza el paradero de mil 488 de los 11 mil 254 niños que la agencia había colocado con familiares en 2018, basados en llamadas de seguimiento desde el 1 de abril hasta el 30 de junio.
La incapacidad de rastrear el paradero de los niños migrantes después de haber sido entregados a los patrocinadores ha generado preocupación de que éstos puedan terminar con traficantes de personas o ser utilizados como trabajadores por individuos que se hacen pasar por familiares.
El HHS expresó que no es legalmente responsable de los niños después de que estén fuera de su cuidado y que desde 2016 solo llama y verifica que los menores se encuentren en buenas condiciones 30 días después de su liberación.
Una vocero del HHS explicó al Times que los niños no están perdidos, sino que sus familiares “simplemente no respondieron o no pudieron ser contactados cuando se realizó esta llamada voluntaria”. Las llamadas de seguimiento se realizaron entre el 1 de abril y el 30 de junio.
Para evitar esta situación, senadores presentaron un proyecto de ley que hará que el HHS realice verificaciones de antecedentes para posibles familiares que reciben niños y que se asegure de que los cuidadores asistan a las audiencias en el tribunal de inmigración, entre otras cosas.
TFA