El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, aseguró, en una acalorada sesión de la Cámara de los Comunes, que si no hay un buen acuerdo en torno a la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), “no firmaremos”.

Presionado por la oposición conservadora de su país para que se llegue a un acuerdo comercial con Estados Unidos, y eventualmente modernizar el TLCAN, el líder liberal respondió a los cuestionamientos con contundencia en el mismo sentido de la posición mostrada por Ottawa en Washington de buscar un acuerdo que funcione para canadienses, estadounidenses y mexicanos.

Ahondó que el equipo negociador encabezado por la canciller Chrystia Freeland y por el negociador técnico, Steve Verheul, se asegurará que el acuerdo que se alcance sea bueno para los canadienses, “y si no hay un buen acuerdo sobre la mesa, no lo firmaremos”, agregó.

Ante la pregunta del Nuevo Partido Democrático (NDP) sobre si en verdad los negociadores canadienses no cederán en la demanda estadounidense de abrir el mercado de lácteos, Trudeau respondió que “no negociaremos el tratado en público”, aunque ratificó el apoyo de su gobierno a los productores de leche de esta país.

En la sesión parlamentaria previa, Trudeau sugirió que Ottawa espera un mayor movimiento por parte de los negociadores estadounidenses a fin de llegar a un punto de coincidencia comercial.

Hasta ahora Canadá no ha mostrado flexibilidad a las demandas de Estados Unidos, pues requiere que haya un mecanismo de resolución de controversias porque, como declaró Trudeau el pasado 15 de septiembre, “tenemos un presidente que no siempre sigue las reglas como están establecidas”.

La administración estadounidense ha impuesto a Ottawa una nueva fecha límite, el 30 de septiembre, para cumplir con sus tiempos políticos de renovación del Congreso, fecha que también permitiría a México que el acuerdo se firmara antes de la entrada del nuevo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el 1 de diciembre.

La canciller de Canadá, Chrystia Freeland, desestimó la creciente presión republicana en el Congreso para alcanzar cuanto antes un acuerdo comercial con EU, mientras el proceso legislativo para la ratificación de un acuerdo continúa su cuenta regresiva.
Los productores de lácteos canadienses pidieron al Gobierno de Trudeau, que en estos momentos decisivos en la reformulación del TLCAN lo acordado no impacte de forma negativa al sector ni a los consumidores canadienses.

LEG