En las intensas negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Canadá busca que Estados Unidos se comprometa a que no le aplicará la sección 232 de la Ley de Expansión de Comercio en el sector automotriz (aranceles por cuestiones de seguridad nacional), una vez que acceda a firmar el acuerdo.
Canadá exporta a Estados Unidos 85% de su producción automotriz, que alcanza los 80 mil millones de dólares al año, por lo que quiere tener la garantía de que la administración de Donald Trump no utilizará la sección 232 ni justificará razones de “seguridad nacional” para imponer tarifas adicionales a estas exportaciones, como ya lo hizo en junio pasado con el acero y el aluminio.
Funcionarios cercanos a las negociaciones revelaron que Ottawa quiere “algo más” de lo alcanzado por México y Estados Unidos, en su acuerdo en principio en el intercambio de autos y autopartes.
El acuerdo en principio entre México y Estados Unidos acordado el 31 de agosto pasado, incluye una sección que limita la exportación a 2.4 millones de vehículos al año, libres de impuestos, lo mismo que los vehículos que cumplan las nuevas reglas de origen: 75% manufacturado en Norteamérica y 40% o 45% proveniente de fábricas que pagan a sus trabajadores 16 dólares la hora.
De acuerdo con las normas de la Organización Mundial de Comercio los exportadores automotrices que no cumplan con las normas del TLCAN deben pagar una tarifa de 2.5%, pero la administración Trump puede imponer 25% de tarifas con base en la sección 232.
Esta parte negociada con México es la que no acepta Canadá. Washington propone imponer como tope de exportaciones automotrices canadienses un monto ligeramente superior a los 1.7 millones de vehículos que fueron exportados desde este país hacia su vecino del sur en 2017, según especialistas de esta industria.
Estados Unidos no cumpla con las nuevas reglas de origen estaría sujeta a una tarifa de 25% con base en la sección 232.
En este punto de la áspera negociación, que se realiza en Washington, Canadá demanda una total excepción en el sector automotriz sin cuotas, tarifas ni condiciones.
“Considero que es prudente de nuestra parte demandar que si firmamos el TLCAN no estaremos sujetos a esas tarifas”, dijo el presidente de la Asociación de Productores de Autopartes de Canadá, Flavio Volpe.
Por sus calendarios políticos, a México y EU les conviene que Canadá acceda a unirse al acuerdo bilateral antes de que termine a finales de septiembre.
Presión Republicana
Las pláticas continúan en medio de una creciente presión de republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, quienes en días recientes han urgido a Canadá a concluir sus negociaciones con Washington, aunque la mcanciller Chrystia Freeland defendió la marcha de las negociaciones iniciadas hace 13 meses.
Líderes republicanos dejaron abierta la posibilidad de que el Congreso acepte ratificar el acuerdo bilateral con México, si Canadá prolonga las conversaciones, y dijeron que no modificarán los plazos establecidos por la Ley de Autoridad y Promoción Comercial (TPA)