Los jefes de Defensa de Corea del Sur y Estados Unidos han mantenido, este viernes, diálogos por teléfono para intercambiar el resultado de la cumbre intercoreana de esta semana en Pyongyang, destacó el Ministerio de Defensa de Seúl.
El ministro de Defensa, Song Young-moo, explicó a su homólogo estadounidense James Mattis, los resultados de la cumbre, incluido el acuerdo bilateral militar sobre la detención de todos los actos hostiles, y los esfuerzos de Seúl para la desnuclearización y una paz duradera en la península.
En un comunicado de prensa, el ministerio surcoreano de Defensa destacó que Song y Mattis expresaron sus expectativas de que la cumbre intercoreana podría ayudar a promover las condiciones para el diálogo amistoso de desnuclearización entre el Norte y Estados Unidos.
Además los titulares de Defensa “acordaron respaldar los esfuerzos en el sector militar para garantizar materializar pasos significativos y verificables hacia una desnuclearización completa en la península coreana”, señaló.
El ministerio también mencionó que Mattis reafirmó el “férreo” compromiso de Washignton a la defensa de Corea del Sur, que involucra un amplio rango de las capacidades militares de Estados Unidos, reportó la agencia de noticias Yonhap News.
Los jefes de Defensa acordaron mantener una postura de defensa combinada firme y una coordinación de seguridad estrecha, indica el texto.
En adición, el ministerio apuntó que poco después de su regreso de Pyongyang, el jueves, Song se reunió con el general Vincent Brooks, comandante de las Fuerzas Estadounidenses Estacionadas en Corea del Sur.
El propósito del encuentro fue para informarle de los resultados de la tercera cumbre entre el presidente Moon Jae-in y el líder norcoreano Kim Jong-un, que ahora también es presentado con el título de presidente del Comité de Asuntos de Estado norcoreano.
Durante las dos rondas de la cumbre de martes y miércoles, Kim reiteró su compromiso sobre el desarme nuclear y ofreció desmantelar el recinto principal de ensayo de motores de misiles de largo alcance y la lanzadera en presencia de inspectores internacionales, y cerrar el complejo nuclear de Yongbyon si Estados Unidos toma “medidas correspondientes”.
Los dos líderes también acordaron una serie de medidas de control de armas convencionales, como el establecimiento de zonas de amortiguación en tierra, aire y mar, donde los dos lados no realizarán maniobras militares, incluidos los ejercicios de fuego vivo.
TFA