La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), del Gobierno federal, envió hoy un grupo de expertos forenses al estado de Jalisco para identificar los 322 cuerpos encontrados en contenedores frigoríficos abandonados por el instituto forense y la fiscalía estatales.
La comisión informó que sus expertos forenses “brindarán acompañamiento a los familiares de víctimas de desaparecidos en los procesos de identificación de los cuerpos encontrados en tráileres frigoríficos”.
Tras una reunión con autoridades del Gobierno de Jalisco, el comisionado ejecutivo de la CEAV, Jaime Rochín, dijo a medios de comunicación que le “preocupa” la existencia de los dos contenedores frigoríficos con cadáveres sin identificar y que calificó como “dolorisísimos hechos de revictimización”.
“Nos levanta una alerta importante de que hechos como lo que sucedieron aquí, en el estado de Jalisco, puedan estar pasando en otros estados del país”, indicó.
Anunció que iniciarán un diagnóstico en todos los estados sobre la atención y los servicios forenses y la capacidad de los lugares que albergan restos de víctimas de un delito.
Rochín recalcó que el gobierno de Jalisco no dio la “atención adecuada” a los restos bajo su resguardo y exigió a las autoridades estatales que se garantice el cuidado del proceso de identificación y que no se repetirá el hecho.
El dirigente de la CEAV agregó que el trato digno se debe extender hacia las víctimas indirectas que son los familiares de las personas desaparecidas.
Entre los cuerpos encontrados en contenedores frigoríficos y los que están en la morgue, suman 444 cadáveres resguardados por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, de los cuales solo 60 están en proceso de identificación.
Unas 50 personas de los estados de Michoacán, Nayarit, Estado de México, Sinaloa, Veracruz, Querétaro, Guerrero y Jalisco llegaron hasta el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) con la esperanza de encontrar a sus seres queridos, luego de que se diera a conocer la existencia de los dos contenedores.
Con un sentimiento de impotencia, llanto y gritos, los familiares exigieron a las autoridades la correcta clasificación e identificación de los cuerpos y el acceso a los expedientes forenses.
“El punto central es la clasificación y posterior identificación de todos esos cuerpos, eso es la prioridad que vemos nosotros porque no pueden estar aquí, tienen que regresar a sus hogares”, dijo a Efe Guadalupe Aguilar, miembro de la organización Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco.
“No soy basura, alguien me busca, tengo nombre” se leía en una manta con una de las fotografías que se hicieron públicas en medios de comunicación y en donde se ve a los cuerpos apilados, en bolsas negras y atados con cinta dentro de los contenedores que fueron abandonados en los municipios de Tlajomulco y Tlaquepaque.
María de Jesús Medina viajó desde Nayarit, entidad que suma unas 700 personas desaparecidas, con la intención de encontrar entre los cuerpos a su hijo Jesús Estrada, de quien no sabe nada desde febrero pasado, y para pedir un trato digno.
“Muy mal trato que les están dando, no es justo, no se lo merecen porque son seres humanos, no son animales, no son basura, puede que aquí o en otro estado haya alguno de los nuestros”, expresó al borde del llanto.
Rosa Isela Infante busca a su hijo Elías Barredo, quien fue detenido cinco años atrás. Esta madre llegó a Jalisco con la esperanza de que su hijo estuviera en alguno de los camiones.
“Son tantos cuerpos los que están ahí que podrían ser el hijo de cualquiera de nosotros y estamos en contra del maltrato, que los tienen en bolsas, en estado de putrefacción y quién sabe si los logremos identificar”, dijo.
Representantes de los colectivos de los ocho estados fueron recibidos por personal del forense quienes les permitieron entrar y revisar los datos de los más de 1.100 restos entre cuerpos y cenizas, que están bajo resguardo de la dependencia.
En medio de la polémica que ha causado el abandono de los contenedores, la Fiscalía General de Jalisco confirmó el hallazgo de al menos cuatro cadáveres en una fosa clandestina, ubicada en una urbanización del municipio de Tlajomulco.
fahl