Foto: Reuters El presidente republicano dejó en claro que consideraba que las acusaciones tenían una motivación política  

Washington.- El nominado por el Presidente de EU, Donald Trump, para ocupar el lugar vacante en el Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, aseguró ayer que no se dejará “intimidar” por las acusaciones y no retirará su candidatura.

La revista The New Yorker reveló el domingo pasado que demócratas del Comité Judicial del Senado investigan una nueva acusación de abuso sexual contra Kavanaugh.

“No me dejaré intimidar para que me retire de este proceso”, aseguró el magistrado en un escrito enviado al Comité Judicial del Senado, el órgano que debe decidir si recomendar o no al candidato para el alto tribunal al resto de la cámara.

Kavanaugh se refirió a las acusaciones de abuso vertidas contra él como “un esfuerzo coordinado para destruir” su “buen nombre” y enfatizó que este no acabará con él.

“Las viles amenazas de violencia contra mi familia no terminarán conmigo. Este asesinato de mi figura en el último minuto no triunfará”, aseveró el juez, quien afronta el próximo jueves una audiencia exclusiva sobre unos supuestos abusos que tuvieron lugar hace 36 años.

Ayer mismo, Trump volvió a respaldarlo en público.

“Es absolutamente político. Estoy con él hasta el final”, señaló Trump a su llegada a la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, al comentar las acusaciones.

El presidente republicano dejó en claro que consideraba que las acusaciones tenían una motivación política.

El juez, que fue nominado el pasado 9 de julio, ha sido acusado por dos mujeres de haber cometido abusos sexuales en la década de los 80, unas alegaciones que llegaron en pleno proceso de confirmación en el Senado para obtener el puesto vitalicio en el Supremo.

Christine Blasey Ford, la primera mujer en acusar a Kavanaugh, acudirá este jueves a expresar su versión de los hechos, que supuestamente tuvieron lugar hace 36 años en una fiesta, donde el ahora juez trató de propasarse con ella.

La segunda denunciante es Debora Ramírez, de 53 años, quien recuerda que Kavanaugh, borracho, se quitó la ropa durante una fiesta en una residencia de estudiantes, le plantó el pene frente a la cara y se vio obligada a tocárselo cuando trataba de quitarse al ahora magistrado de encima.

Contienen crisis con vicefiscal

Los conflictos del presidente Donald Trump con su Departamento de Justicia se calmaron ayer, luego de que acordará reunirse el jueves con el vicefiscal, Rod Rosenstein, quien planeaba renunciar ayer, según medios locales.

“Hablé hoy con Rod”, afirmó Trump en declaraciones a la prensa mientras se reunía con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU.

“Veremos qué ocurre el jueves, cuando vuelva de todo esto, vamos a quedar en la Casa Blanca. Queremos tener transparencia, queremos tener apertura, estoy deseando reunirme con Rod en ese momento”, añadió el mandatario, que se refirió en todo momento a Rosenstein con su diminutivo.

En un breve comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, ya había explicado que, a petición de Rosenstein, él y Trump tuvieron hoy “una extensa conversación”.

Rosenstein es el encargado de supervisar las investigaciones dirigidas por el fiscal especial Robert Mueller, que investiga de forma independiente al Gobierno el alcance de la injerencia rusa en las elecciones y si hubo algún tipo de coordinación con miembros de la campaña del ahora presidente.

Y la semana pasada el diario The New York Times reveló que Rosenstein propuso en 2017 grabar en secreto a Trump en la Casa Blanca y sugirió convencer a miembros del Gobierno para aplicar el proceso de destitución presidencial.

LEG