La euforia por los altos precios del petróleo -a niveles que no se veían desde 2014-, es solo un “espejismo”, pues al ser importadores de gasolinas y otros petrolíferos, estos incrementos se reflejan en los costos de los combustible y del gas LP, los cuales se mantienen hacia arriba; además de que México no es un gran exportador de crudo.
Ramses Pech, analista experto en energía, explicó que entre 65% y 70% de los combustibles proviene de Estados Unidos, y como los precios del crudo se encuentran en niveles altos, la gasolina exportada es más cara y su precio para México también.
Indicó que en caso de que en estos momentos el país decidiera producir su propia gasolina, esto implicaría mayores costos, ya que las refinerías no están en condiciones para tratar el crudo y los ingresos petroleros que ingresan al país por el mayor costo en el crudo, se destinarían a la reconfiguración de éstas plantas, y el hidrocarburo no bajaría.
Por su parte, Jorge Gordillo, director de Análisis Económico de CIBanco, puntualizó que el único único beneficiado es el Gobierno federal, ya que “si los precios del petróleo suben, se perciben mejores ingresos por venta de crudo nacional, pero esas ganancias son sólo para el Estado y no para Petróleos Mexicanos (Pemex), y esto provoca que los precios de las gasolinas no bajen”.
Ambos analistas explicaron que, además, otro factor es que las exportaciones petroleras mexicanas no son tan altas, lo que genera que la poca productividad de Pemex no ayude a que los precios de los energéticos en el país continúen altos.
Caso concretoes que México exporta cerca de 700 mil barriles diarios de petroleo, mientras que Estados Unidos exporta más de 1.1 millones de barriles cada día.
Precios ayudarían planes de AMLO
Tanto Gordillo como Pech detallaron que en caso de que los precios del petróleo se mantengan altos en los siguientes 12 meses, podría ayudar a que los planes que tiene el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para que el sector energético viera beneficiado.
Sin embargo, señalaron, el hecho de que los precios de los energéticos sean volátiles, provocaría que en cualquier momento se desplomen, y si la nueva administración adquiere deuda para la creación de las refinería y la reconfiguración de las seis del país, se tendrían menores ingresos petroleros, y Pemex volvería a caer en quiebra.
Además, Jorge Gordillo alertó que el nombramiento de Octavio Romero Oropeza al frente de la empresa productiva del Estado en la próxima administración, genera desconfianza en los mercados internacionales, al carecer éste de carrera en el sector, lo que detendría inversiones para la empresa; y aunque los precios estén altos, señalaron, Pemex sin confianza no es rentable.
Preocupa a la IP mala inversión
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) expresó su preocupación porque la inversión anunciada para el sector energético, de 175 mil millones de pesos, no corresponda a una estrategia planeada, para maximizar los beneficios de Pemex y de la CFE, ambas empresas del Estado.
“Deben seguir desempeñando un papel toral en el sector y se necesita una estrategia nacional de altas miras y largo aliento para fomentar un sector energético pujante”, apuntó en organismo empresarial.
Destacó que los presupuestos de la CFE y Pemex ha sufrido recortes, sólo en 2016 se calculó en dos mil 500 y 100 mil millones, respectivamente, reducción que representó un impacto negativo, porque la CFE registró pérdidas superiores a 39 mil millones de pesos y Pemex de casi 50 mil millones en el primer semestre del año.
LEG