Naciones Unidas.- Las reuniones realizadas ayer en el marco de la Asamblea General de la ONU fueron aprovechadas por varios países para presionar a la dictadura de Nicolás Maduro, a fin de que restaure la democracia y detener la crisis humanitaria que enfrenta Venezuela.
El presidente de EU, Donald Trump, aprovechó su paso por la ONU para atacar nuevamente a Maduro, y augurar que un golpe militar en su contra podría triunfar “rápidamente” y reiteró la opción de una intervención militar.
“Es un régimen que francamente, podría ser derrotado muy rápidamente si los militares deciden hacer eso”, aseguró Trump al reunirse con el presidente de Colombia, Iván Duque, en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas.
La respuesta venezolana no tardó en llegar, con el canciller, Jorge Arreaza, denunciando las palabras del mandatario estadounidense y avisando de que, si hay una “intervención” contra el Gobierno de Maduro, el país se defenderá.
“Ojo, que nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que nuestro pueblo, nuestras milicias sabrían resistir, sabrían cómo defenderse”, aseguró Arreaza en una conferencia de prensa.
“El ejemplo de Vietnam tal vez se quedaría corto ante lo que es capaz el pueblo de Venezuela cuando se decide, como ha hecho desde hace 200 años, a ser libre”, insistió.
Justo antes de que Trump interviniese ayer ante la Asamblea General, Estados Unidos golpeó ayer al Gobierno venezolano con nuevas sanciones contra el “círculo cercano” de Maduro, incluida su esposa, Cilia Flores, y sus ministros de Defensa y Comunicación, a quienes les congeló bienes.
En su discurso, el presidente estadounidense insistió en que el mundo necesita actuar para “restaurar la democracia en Venezuela”, oponiéndose a un “régimen represivo” guiado por el “socialismo” que ha declarado en bancarrota la nación y ha sumergido a su pueblo en la pobreza.
Pero poco después, durante una reunión con Duque, fue más allá y, de algún modo, pareció animar a las Fuerzas Armadas venezolanas a llevar a cabo un golpe contra Maduro.
Trump, además, confirmó que mantiene la opción militar sobre la mesa ante la situación en Venezuela.
Su vicepresidente, Mike Pence, también alimentó la idea de un posible conflicto, alertando del despliegue de tropas venezolanas en el fronterizo estado Táchira en unas operaciones destinadas supuestamente a la lucha contra grupos paramilitares.
“Déjenme ser claro, Estados Unidos siempre estará del lado de nuestros aliados para su seguridad y el régimen de Maduro haría bien en no poner a prueba la determinación del presidente de EU o el pueblo estadounidense”, dijo Pence durante una reunión para tratar la crisis migratoria con origen en Venezuela.
En ella, anunció además un nuevo paquete de ayuda de 48 millones de dólares para los países de Latinoamérica que reciben a refugiados y migrantes venezolanos, lo que eleva el monto total de asistencia estadounidense a 95 millones.
A la cita, impulsada por Colombia, se vetó el acceso del canciller venezolano, que había expresado su deseo en participar.
Arreaza, en declaraciones a los periodistas, insistió en que EU y varios países latinoamericanos están agrediendo a su país y violando los principios internacionales.
“Lo que le faltó al presidente Trump en su discurso (…) fue tomar la Carta de Naciones Unidas y romperla, quemarla”, criticó.
Alistan denuncia
La crisis venezolana también fue abordada en la sede de la ONU por los cancilleres del Grupo de Lima, compuesto por una docena de países latinoamericanos que consideran roto el orden democrático en Venezuela y que han tomado diferentes iniciativas para presionar a Maduro.
Mientras, Argentina, Chile, Colombia, Paraguay y Perú pospusieron para este miércoles la firma de una petición para que la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, inicie una investigación sobre Venezuela, prevista originalmente para presentarla ayer.
El presidente argentino, Mauricio Macri, confirmó de todos modos que, al menos su país, denunciará los supuestos “crímenes de lesa humanidad de la dictadura venezolana” ante la CPI.
Además de Macri, varios líderes latinoamericanos abordaron la cuestión de Venezuela durante sus discursos ante la Asamblea General, incluidos el peruano, Martín Vizcarra; y el ecuatoriano, Lenin Moreno.
LEG