En la Ciudad de México, Mediante los mecanismos de identificación de cadáveres a través de huellas dactilares que realiza el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), el organismo ha logrado disminuir la cifra de los cuerpos que ingresan a la fosa común (por falta de identificación o reclamación) en 51%.
De acuerdo a datos en poder de 24 HORAS, en el primer trimestre de 2017, el instituto dependiente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) local envió 62 cadáveres a la fosa común, mientras que en el mismo período del año en curso sólo remitió 33 cuerpos a dicha área.
Esto luego de un acuerdo que realizó el organismo jurisdiccional con el Instituto Nacional Electoral (INE), el cual consiste en el reconocimiento de cuerpos no identificados mediante una prueba de huellas dactilares, que es analizada en la base de datos del organismo federal.
Este convenio, que entró en vigor a finales de 2016, ha permitido que miles cuerpos no reconocidos hayan sido entregados a sus familiares; el reconocimiento de las huellas se realiza en el listado del INE, que cuenta con 90.65 millones de registros, de los cuales 65.2 millones contienen 10 huellas dactilares de cada ciudadano.
Los cuerpos que son ingresados al Incifo y de los cuales no se logra su identificación, son destinados a la fosa común del Panteón Civil de Dolores o a las escuelas privadas o públicas de medicina, a falta de una área fúnebre por parte del organismo.
Sin embargo, fuentes del Instituto aseguraron que se tiene listo el proyecto para la creación de una fosa común propia y que se están realizando las gestiones necesarias para la adquisición de un terreno de al menos una hectárea, donde será instalada.
LEG