Los acontecimientos que protagonizaron hace medio siglo los estudiantes de preparatoria, vocacional, de la UNAM, el Politécnico, el Colegio de México y Chapingo en contra de la represión gubernamental por medio de manifestaciones y alzando la voz con un perfecto conocimiento del pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga, culminó con la masacre en Tlatelolco ese 2 de octubre, que no se olvida. Desde ese día, salieron crónicas de sangre, muerte y violación a los derechos humanos que en esa época no se reconocían.
En la Plaza de las Tres Culturas, en el corazón de Tlatelolco, un joven reportero registraba para su periódico, El Heraldo de México, lo hechos que por primera vez le presentaban a la muerte. Joaquín López-Dóriga regresaba esa noche de 1968 a reportar la cobertura ordenada por su jefe, el periodista Mario Santoscoy, que le pidió no asistir de traje, ya que el código de vestimenta era con suéter.
López-Dóriga registró los hechos de origen, lo que empezó el 23 de julio con el enfrentamiento de los estudiantes de la vocacional 5 y sus pares de la preparatoria Isaac Ochoterena, hasta la masacre del 2 de octubre con crónicas detalladas de mítines, asambleas, la Marcha del Silencio y la conformación del Consejo Nacional de Huelga. Pero fue la madrugada del 2 y 3 de octubre cuando don Gabriel Alarcón Chargoy le da la planta de reportero, lo que, sin duda, enriqueció al gremio periodístico.
A través de los 50 años de su carrera, hemos conocido a un gran reportero, comprometido con la verdad y que nos ha reseñado las actividades de nueve Presidentes Constitucionales; ha realizado la cobertura más completa de la relación Iglesia-Estado, desde la muerte del papa Pablo VI hasta la última visita del papa Francisco; tragedias naturales, sismos, huracanes; y asambleas internacionales, entre otros muchos eventos.
López-Dóriga -el reportero- ha escuchado el signo de los tiempos y ha avanzado del México en blanco y negro de 1968 al México de la Internet y de las redes sociales, donde tiene casi ocho millones de seguidores en Twitter, además de Facebook e Instagram. A través de este espacio, felicito al maestro Joaquín López-Dóriga por sus primeras cinco décadas de ejercer el mejor oficio del mundo, el de reportero. El gran reportero que cada día da lo mejor como si fuera el primer día.
Susurros
1. ¡Qué fácil le resultó ofrecer disculpas al senador panista Ismael García Cabeza de Vaca! Ese legislador que violó el código de ética de su partido, de acuerdo a lo declarado por Marcelo Torres, líder nacional del PAN, debe ser investigado por incurrir en delitos como trata de personas y prostitución. Sus compañeros y compañeras legisladores no evaluaron lo que significó arropar a su compañero, quien fue sorprendido en pleno recinto del Senado en su “porno chat” promoviendo la prostitución y señalando a una mujer que salió a dar la cara en defensa propia. ¡La disculpa no es suficiente!