Ciudad del Vaticano.- En los últimos 15 años, unos 300 sacerdotes católicos fueron denunciados por abusos sexuales contra menores en Italia, pero las víctimas podrían ser miles, reconoció hoy Francesco Zanardi, líder de la asociación Red el abuso.
En conferencia de prensa, Zanardi dijo que unos 170 de esos clérigos denunciados ya fueron juzgados y hallados culpables, con condenas en vía definitiva.
“Muchos de esos sacerdotes, una vez que pagaron sus penas, han vuelto a sus parroquias. Sí, están impedidos de ocupar cargos públicos, pero pueden decir misa y tener monaguillos”, expuso Zanardi, quien aseguró que en Italia la crisis por abusos sexuales de clérigos “existe, pero aún no explota”.
Según él, quien fue víctima en su juventud, la prensa omite informar de manera adecuada de los casos de abuso y por eso “la gente tiene la falsa impresión de que la Iglesia italiana es una ‘isla feliz’ sin abusos, pero no es así”.
Afirmó que existen cuatro casos de abuso públicamente denunciados y que El Papa conocía desde hace tiempo, pero que nunca fueron atendidos por el Vaticano.
Uno de ellos corresponde a monaguillos del Papa, quienes habrían sido abusados en un seminario dentro del mismo territorio vaticano. El segundo está relacionado con ataques en instalaciones del Instituto Próvolo de Verona, para estudiantes sordomudos.
Otros dos casos, precisó, corresponden a sacerdotes cuyos superiores sabían supuestamente de los abusos pero nunca intervinieron. Zanardi lamentó que ni el gobierno italiano interviene para “detener la crisis pedófila”.
Durante la conferencia también tomó la palabra Matthias Katsch, consejero de la organización “Ending Clergy Abuse – Global Justice Project”, fundada por sobrevivientes de 18 países y cuatro continentes en enero pasado en Santiago de Chile, durante la visita del Papa al país.
Precisó que esa organización vincula iniciativas en Estados Unidos, Australia, Irlanda, Canadá, Europa central, Reino Unido, Austria y Suiza, entre otros países.
“Estamos aquí porque inicia un Sínodo, con obispos de todo el mundo, estamos buscando una respuesta global y una solución global a esta crisis, por eso esperamos que los obispos hablen de lo que puede hacer la Iglesia para convertirse en un lugar seguro para los jóvenes en nuestro tiempo”, señaló.
Con esas palabras se refirió a la asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos, que congrega en Roma a 267 “padres sinodales” y que será inaugurada por El Papa este miércoles 3 de octubre, con una misa multitudinaria en la Plaza de San Pedro.
fahl