CDMX retira las placas de Gustavo Díaz Ordaz
El Gobierno de la Ciudad de México retiró placas alusivas a la administración del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz (señalado como responsable de la masacre de 1968), ubicadas en las estaciones Pino Suárez, Balderas, Insurgentes, Zócalo e Hidalgo del Sistema de Transporte Colectivo Metro, así como en la Sala de Armas de Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca.
La decisión de retirarlas fue tomada por el mandatario local, José Ramón Amieva, en el marco de los 50 años de la matanza de estudiantes en Tlatelolco.
El funcionario consideró que las placas ya cumplieron con su ciclo histórico y que la forma de pensamiento actual en la ciudad es distinta a la de 1968. En lugar de las placas, se colocarán pasajes informativos que no hagan referencia a ningún tipo de autoridad.
“Consideramos que a 50 años hay ciclos que se deben de cerrar y (se debe) considerar cuál es el pensar y el sentir de la población de la ciudad; y de manera muy respetuosa, siguiendo los reglamentos, los protocolos para retirar todo lo que son este tipo de equipamiento o de placas que están adheridas a los espacios”, afirmó.
Las placas retiradas indican cuándo se abrieron las estaciones en cuestión, así como las autoridades presidenciales y locales de esa época. Cuestionado sobre qué se hará con las piezas retiradas, mencionó que el proceso de retiro y disposición final va de acuerdo a la baja de bienes muebles; además, existe un comité que decidirá lo que se hará con los materiales.
Posteriormente, durante la Declaratoria de Patrimonio Cultural Intangible a Tlatelolco como Sitio Emblemático de la Memoria de la Ciudad de México, Amieva explicó que, en recorridos a instalaciones públicas, escuchaba muchos comentarios de personas sobre los 50 años que ya tenían dichos objetos, los cuales son alusivos a la personalidad de un presidente, sin tomar en cuenta la memoria social.
Opinó que, para quienes cuestionen la decisión del retiro con el argumento de que se borra la memoria histórica, hay hechos que no se deben repetirse. “Lo que sí, no podemos permitir es que siga existiendo una sola o un solo estudiante más que no sepamos su paradero, que sean víctimas de agresión, que sean víctimas de ataques”.
No cambia absolutamente nada, es oportunismo político: especialista
Telésforo Nava, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y testigo del movimiento de 1968 (pues en aquella época era un estudiante de prepatoria), calificó el acto de quitar las placas alusivas al ex presidente Gustavo Díaz Ordaz de instalaciones públicas de la CDMX como oportunismo político.
Consideró que la historia se ha encargado de demostrar que Díaz Ordaz es un asesino y uno de los peores presidentes del país, y quitar los objetos de las estaciones del Metro y de la Sala de Armas de Ciudad Deportiva no resuelven la historia, pues no se le juzga por lo que decían las placas.
“Para mí, quitarlas o dejarlas no cambia absolutamente nada. Más bien qué ha hecho Amieva, qué ha hecho su jefe, Miguel Ángel Mancera, nada. Es un oportunista que se cuelga del 68 cuando ya Morena los ha echado, por ineficientes”, dijo.
Reiteró que hay actos más trascendentes que realmente podrían exhibir lo que era el gobierno de Díaz Ordaz.