Tras la decisión del Gobierno de la Ciudad de retirar placas con el nombre del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz, señalado como el responsable de la represión y muerte de estudiantes el 2 de octubre de 1968, el presidente de la mesa directiva en el Senado, Martí Batres comentó que aún y cuando no hubo justicia en términos formales por ese suceso, la sociedad ha realizado un veredicto de determinados personajes.
Las seis placas con el nombre del ex mandatario se ubicaban en las estaciones Pino Suárez, Balderas, Insurgentes, Zócalo e Hidalgo del Sistema de Transporte Colectivo Metro, (STC) Metro y una más en la sala de armas de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, y fueron removidas por decisión del jefe de gobierno, José Ramón Amieva.
Entrevistados al finalizar la ceremonia de izamiento de la Bandera Nacional a media asta en el Zócalo capitalino, el presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, expresó que la acción del gobierno capitalino es muestra de los saldos de la historia.
“Tarde o temprano se hace justicia; yo creo que hay que ponerlo en su lugar, el acto que cometió lo va a marcar para siempre en la historia de nuestro país”, dijo el también líder de los diputados morenistas en San Lázaro.
El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, dijo que no tiene una opinión sobre el retiro de las placas con el nombre del ex presidente Díaz Ordaz, pues además sólo tenía versiones periodísticas sobre el hecho.
aarl