Foto: EFE La gira de la esposa del presidente de EEUU, Donald Trump, por África dio comienzo ayer en Ghana, e incluye Malaui, Kenia y Egipto  

La primera dama de EEUU, Melania Trump, visitó hoy en la ciudad costera de Cape Coast, a 160 kilómetros al oeste de Accra y una de las numerosas edificaciones que los colonos usaron para la trata de esclavos que se enviaban a América.

 

El exterior del Palacio Emintsimadze estaba decorado para su llegada con banderas estadounidenses y ghanesas, y en el patio había una imagen de la ex modelo de origen esloveno junto a un cartel que rezaba: “Awkwaaba (Bienvenida) a Cape Coast, Melania Trump“.

 

Melania, que aseguró sentirse “honrada y feliz” de estar en Ghana, fue recibida esta mañana por el líder regional Osabarimba Kwesi Atta II, de la tribu regional Fante (también llamada “Fanti”), subgrupo de la etnia Akan, numerosa en Cape Coast.

 

Poco después, la primera dama accedió al Salón de Obama, llamado así tras la visita del expresidente Barack Obama en 2009, donde solicitó permiso para poder visitar la fortaleza, que le fue concedido por Atta II siguiendo el protocolo.

 

“Gracias por invitarme”, expresó a un pequeño grupo de anfitriones que la esperaba en el interior del salón, en el que un grupo de jóvenes realizaron una actuación musical con cuernos tradicionales.

 

Vestida con una chaqueta verde oliva, pantalones de color canela y tacones de aguja, Melania caminó lentamente hacia el frente de la habitación, estrechando la mano a todos en primera fila antes de sentarse junto a Osabarimba Kwesi Atta II para el inicio de la ceremonia.

 

“Muchas gracias por su cálida bienvenida. Me siento muy honrada de estar aquí en su hermoso país. Estoy muy feliz de estar aquí”, dijo a la multitud antes de ser obsequiada con una bandeja ceremonial de telas de kente y los aplausos de los presentes, según el “pool” de periodistas acreditados de la Casa Blanca que cubre la visita.

 

La primera dama estadounidense sigue con esta visita los pasos del ex presidente Obama, que la realizó acompañado por su esposa Michelle y sus dos hijas y que comparó con visitar un campo de concentración nazi.

 

“Es una reminiscencia del viaje que hice a Buchenwald”, dijo Obama, “porque nos recuerda la capacidad de los seres humanos para hacer el mal”, antes de agregar: “nos recuerda que, por más mala que pueda ser la historia, también es posible superarla”.

 

Melania aseguró ante la Puerta de No Retorno -por la que partían los esclavos a un incierto viaje trasnacional- que se trata de una vivencia “muy emotiva” y que nunca olvidará las historias escuchadas.

 

La gira de la esposa del presidente de EEUU, Donald Trump, por África dio comienzo ayer en Ghana, e incluye Malaui, Kenia y Egipto, países en los que visitará proyectos infantiles educativos y sanitarios, además de algunos lugares turísticos -se espera que en Egipto acuda a las pirámides de Guiza- como este palacio.

 

Ayer, Melania se reunió de forma breve con su homóloga ghanesa, Rebecca Akufo-Addo, con quien tomó té en la residencia presidencial, y visitó el Hospital Regional Greater de Accra, donde habló con madres y vio cómo pesan a bebés en sacos colgados de una polea.

 

Se trata de la primera gira internacional en solitario de Melania Trump, pero no de su primer viaje sola al extranjero como primera dama, dado que en septiembre de 2017 lideró en Canadá la delegación estadounidense en los Juegos Invictus para militares heridos en conflicto.

 

Con este viaje quiere dar difusión a su iniciativa “Be Best” (Sé mejor), que busca promover una vida más sana y libre de drogas para los niños, así como combatir el acoso en internet.

 

El viaje de Melania Trump a África llega precedido por los polémicos comentarios de su marido el pasado mes de enero, cuando, según informes de prensa, llamó “agujeros de mierda” a El Salvador, Haití y varios países africanos.

 

aarl