Lo negociado en el nuevo acuerdo comercial Estados Unidos-México-Canadá (USMCA. por sus siglas en inglés) fue el libre comercio con una regla de origen más estricta, que no tiene que ver con los salarios de ningún país, aseguró el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís Sánchez.
Explicó que las normas cambiaron desde el momento en que decidieron aumentar la regla de origen de los vehículos que se fabrican en la región de 62.5% a 75%, y que 40% de la construcción de un automóvil deba ser realizado por países que paguen más de 16 dólares la hora.
Aunque evitó hablar sobre si la cláusula era justa o no, pues EU pedía 85% para la regla de origen, Solís Sánchez aseguró que ahora cada empresa tendrá que asumir sus propios retos para cumplir con las exigencias.
“No es un número al que se llega porque alguien lo impone, sino porque resulta de una negociación en la que sí participamos en el cuarto de junto. Siempre fuimos escuchados por el Gobierno federal. Esto fue una negociación y es el resultado de una muy, muy compleja negociación en la que hoy podemos decir que hay una industria que ve hacia el futuro con un reto de mayor integración, pero en el que podemos salvar elementos de competitividad para nosotros”,
En la industria, indicó, hay “de todo”: las que están mejor preparadas; las que tendrán que hacer un reto de mediano plazo, y las que tendrán otro más grande hacia el largo plazo.
Subrayó que según el acuerdo será el 1 de enero de 2020, fecha que dice la nueva regla, cuando entre en vigor el Tratado, “lo que ocurra más tarde”, cuando las empresas deberán ir ajustando su regla de origen hasta llegar al 75% en el tiempo establecido.