Cada que acaba una administración o que un caso no es investigado debidamente, nuestras autoridades tienen la máxima de culpar a otros, pocas veces tenemos una autoridad que asuma errores y consecuencias.
Por años hemos sido testigos de las múltiples ocasiones en que funcionarios o políticos tienen la gran experiencia de evadir las responsabilidades que tuvieron por años. Siempre esta clase de políticos saca frases como: ¡La culpa no es mía!, ¡todo pasó antes de que llegara!, y así logran encontrar culpables, pero nunca asumen responsabilidad de las decisiones y acciones que se toman.
Ayer la PGR reconoció tras poco más de dos años, que la investigación del caso Javier Duarte originalmente planteada por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada tuvo errores importantes desde el inicio.
Incluso el subprocurador de Delitos Federales de la PGR, Felipe Muñoz Vázquez, señaló que a él mismo le sorprendía que un juez federal hubiese girado las órdenes de aprehensión contra el ex gobernador de Veracruz, pues el expediente estaba muy mal integrado. Por lo que la sentencia de nueve años, dijo, debía tomarse como un verdadero triunfo.
El funcionario aseguró que la mala integración no se debió al trabajo de los actuales funcionarios, sino a los que estuvieron en su lugar; lo extraño es que de esa mala integración no sabemos de sanción alguna o incluso de una denuncia en su momento a los órganos del control interno de la PGR.
En una conversación con medios de comunicación, el funcionario explicó que el caso Duarte estaba tan mal elaborado, que incluso, cuando él llegó a su cargo se encontró con 80 denuncias presentadas por la Auditoría Superior de la Federación que no habían sido atendidas. Muñoz Vázquez argumentó incluso ante los reporteros que el anterior subprocurador de Delitos Federales dejó los expedientes de tal forma que todo indicaba que había la intención de que el caso “no saliera bien”.
“Y lo digo así tal cual. Había carpetas de investigación a las que no se les había hecho nada. Nada. Y también vamos a decirlo tal cual: no se había hecho nada también porque otras instituciones no habían aportado la información necesaria para integrar otras carpetas. ¿Se refiere a la auditoría? Sí, a la auditoría”.
Tras asegurar que la mala integración del caso Javier Duarte no era responsabilidad de los actuales funcionarios de la PGR, el subprocurador no asumió responsabilidad alguna y afirmó que de las carpetas de investigación que se tienen de este caso, no se han consignado debido a que las pruebas que tiene un juez podría tacharlas de ilícitas.
Por ejemplo, explicó que los movimientos bancarios y las cuentas de Duarte se obtuvieron sin una orden de un juez. Señaló que a la fecha ya tienen 12 órdenes de aprehensión contra ex funcionarios.
En este reparto de culpas el subprocurador señaló que desde hace dos años cuenta con una denuncia por posible defraudación fiscal en contra de Karime Macías, esposa del ex gobernador de Veracruz. Sin embargo, señaló que no se ha ido por ella debido a que se requiere una querella de la Secretaría de Hacienda (SHCP), lo que hasta ahora no ha ocurrido.
La pregunta es ¿por qué todas estas fallas no fueron denunciadas por los mismos ministerios públicos federales en su momento?, pues la omisión también es un delito.