LA HAYA.- Holanda, Reino Unido y Estados Unidos acusaron ayer a los servicios secretos de Rusia de llevar a cabo una serie de ciberataques a nivel mundial entre 2015 y 2017, incluido uno en contra de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), algo que Moscú rechaza.
Los servicios de inteligencia holandeses anunciaron este jueves haber frenado “una operación de ataque cibernético” de piratas digitales rusos contra la OPAQ y expulsado a Moscú a cuatro agentes involucrados que pertenecían a la agencia de espionaje rusa (GRU), que estaban en Holanda.
La ministra holandesa de Defensa, Ank Bijleveld, explicó en rueda de prensa en La Haya que la maniobra se produjo el pasado 13 de abril, aunque hasta ahora lo revelaron tras la información publicada por el gobierno británico, que acusa a los servicios secretos rusos de realizar una ola de ataques cibernéticos a escala global.
Indicó que los agentes rusos dejaron un vehículo lleno de equipos electrónicos en un estacionamiento de un hotel cercano a la sede de la OPAQ, con el objetivo de atacar su sistema informático.
Además, los primeros ministros de Holanda y Reino Unido, Mark Rutte y Theresa May, respectivamente, denunciaron de manera conjunta que el servicio de inteligencia militar de Rusia está “desarrollando operaciones cibernéticas inaceptables” dirigidas contra organizaciones internacionales de todo el mundo, incluida la OPAQ.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos se sumó a las acusaciones contra Rusia al señalar a siete oficiales de la inteligencia militar rusa de piratear agencias antidopaje, entre otras organizaciones.
A su vez, Canadá también acusó a los servicios de inteligencia militar de Rusia, conocidos como GRU, de varios ataques cibernéticos ocurridos en el país, una denuncia que forma parte de la iniciativa de varios países occidentales para “exponer” las operaciones cibernéticas de Rusia.
Canadá precisó en un documento que en 2016, la Agencia Mundial AntiDoping (AMA), cuya sede se encuentra en Montreal, sufrió un ciberataque a manos de un grupo denominado Fancy Bear/APT28.
“El Gobierno de Canadá estima con un elevado nivel de confianza que el servicio de inteligencia del Ejército ruso, GRU, fue responsable de este incidente”, explicó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá.
Sin embargo, Rusia rechazó las acusaciones, al calificarlas de “gran fantasía”, según la vocera de la cancillería, Maria Zajarova, quien declaró que la “espionajemanía está ganado impulso”, según la agencia de noticias Sputnik.
En un comunicado, el ministerio ruso de Asuntos Exteriores, añadió que “se trata de otro acto de propaganda dirigido contra Rusia”.
LEG