Un total de 2 mil 901 teléfonos celulares que podrían haber sido utilizados en casos de extorsión fueron localizados en siete cárceles de México, informó hoy el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
El estudio, que el órgano de telecomunicaciones entregó al Senado, explica que los equipos telefónicos “sospechosos” se hallaron entre los 20 mil reos, y que están vinculados a 6 mil 926 chips.
Para establecer un celular como “sospechoso”, las empresas de telefonía encargadas de elaborar el reporte tuvieron en cuenta factores como que estos equipos presentaran un “número atípico de llamadas salientes” o que funcionaran con varios chips.
De todos estos equipos salieron unas 3,7 millones de llamadas en el periodo de un año.
“Para la sociedad general, estas cifras son alarmantes si se combinan con los reportes oficiales que señalan un incremento de actividades delictivas relacionadas con la extorsión y el secuestro”, apunta el informe, basado en los datos de siete penales estatales identificados únicamente con letras entre la A y la G.
Las empresas autoras del informe instaron a las autoridades penitenciarias a diseñar un programa que reduzca la introducción de equipos telefónicos en los penales.
Asimismo, a llevar a cabo “la adecuación de los equipos bloqueadores” para impedir que se realicen este tipo de llamadas ilícitas.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ya alertó, en su informe anual sobre el estado de las cárceles mexicanas, acerca de las actividades de extorsión que se desarrollan en los penales, las cuales se suman a otros problemas que generan el “autogobierno” dentro de estos centros.
En el mismo estudio, se registró que las cárceles del país registraron 108 homicidios en el año 2017, lo que supone un aumento de 25,6 % respeto al año anterior.
fahl