“AMLO promete acabar con el charrismo sindical”; “AMLO promete 10 mmdp a 15 ciudades marginadas”; “AMLO promete bajar precios de las gasolinas”; “AMLO promete que México será potencia”. Estas notas no fueron durante la campaña; las cuatro son del mes pasado.

 

Hacer campaña y gobernar no son mutuamente excluyentes. El paso de Clinton, como menciona el politólogo Charles O. Jones, “no fue de hacer campaña a gobernar en el sentido habitual. La campaña no cesaría (…) más bien sería incorporada en el gobierno”.

 

¿Qué ventajas tiene la campaña permanente? Para la gobernabilidad, la oportunidad de convencer a la gente de que las prioridades de tu gobierno deben ser sus prioridades también. Traducir, pues, la campaña en apoyo sostenido y en abstracción de tu agenda.

 

Pero cuidado: si la campaña permanente abarca toda acción, puede ser silenciada por su propio volumen. AMLO solo debe incluir en campaña permanente sus prioridades del momento; no por más o menos importancia, sino por la búsqueda estratégica de atención.

 

¿Qué desventajas potenciales tiene? Confundir los roles. Como alguna vez me recomendó una amiga, “no peleas batallas que ya ganaste” (o por lo menos, no las peleas igual). AMLO ya ganó, y las cosas que debe demostrar son distintas a las que demostró en campaña.

 

Claro que, dentro de la ley, debe hacer algún tipo de “campaña” por MORENA. Pero el presidente no solo debe ser un comunicador-en-jefe; eso apartaría la figura presidencial de su otra gran responsabilidad: la administración pública, no solo austera, sino eficiente.

 

¿Estará AMLO revelando su inminente método para gobernar? Probablemente. Si algo sabemos es que le gusta recorrer el país. Se siente cómodo haciéndolo, y sin duda eso va a aprovecharse. Y además, siempre es mejor un líder “accesible” que uno “inalcanzable”.

 

Sin embargo, este, como el resto de la política, es un tema que se mueve todos los días. Si algo no debemos olvidar en este contexto, es la máxima del economista y nobel, Herbert Simon: “La escasez fundamental en el mundo moderno es la escasez de atención”.

 

El enfoque de campaña permanente tal vez sea la conclusión lógica de la hipermediatización de la política desde el siglo pasado. De ser así, AMLO no debe caer en la trampa: exceso de comunicación es exceso de forma. Y no solo de forma vive el hombre.

 

@AlonsoTamez

NCG