Superando los pronósticos de las encuestas, el ultraderechista Jair Bolsonaro logró 46% de los votos en las elecciones presidenciales celebradas ayer en Brasil, sin embargo, no le fue suficiente y deberá enfrentarse en una segunda vuelta contra el socialista Fernando Haddad, quien con el 29% de la votación, obtuvo el segundo lugar.
Así lo reflejan los conteos oficiales dados a conocer ayer con 99% de votos contabilizados; pero de acuerdo con las normas electorales brasileñas, la segunda vuelta es necesaria cuando ningún candidato supera el 50% de los votos.
El ultraderechista Bolsonaro, un polémico candidato por su defensa de la dictadura militar (1964-1985) y por sus declaraciones racistas, machistas y homófobas, que no esconde su admiración por el Presidente de EU, Donald Trump, confirmó su favoritismo y consiguió una votación superior a la pronosticada por los sondeos y por poco se garantizó la elección sin necesidad de la segunda vuelta.
Mientras el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), escogido por el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva una vez que no pudo postular por su condición de preso y condenado por corrupción, consiguió garantizar el segundo puesto y su lugar en la siguiente contienda, prevista para el 28 de octubre próximo.
Para la siguiente estapa se espera una contienda muy cerrada, ya que según las encuestas publicadas en la última semana, en caso de una segunda vuelta entre Bolsonaro y Haddad, ahora confirmada, ambos estarían empatados con 45% de los votos.
Tras conocer los resultados de ayer, Bolsonaro pidió a sus seguidores que “continúen movilizados”, pues la “victoria final” será el próximo 28 de octubre.
“No deja de ser una gran victoria”, dijo en una transmisión en directo desde su domicilio, donde se recupera de las heridas que sufrió el pasado 6 de septiembre, cuando fue acuchillado durante un mitin.
“No teníamos una gran estructura, somos un partido muy pequeño y estuve hospitalizado unos 30 días”, por lo que “es un gran triunfo”, agregó el candidato en alusión a los casi 50 millones de votos que le respaldaron, frente a los cerca de 30 millones que logró Haddad.
“Ganamos en casi todas las regiones del país y perdimos sólo en el nordeste”, declaró Bolsonaro, quien reconoció que esa zona del país es un fortín del Partido de los Trabajadores (PT), que postuló a Haddad.
Este progresista destacó ayer que su única “arma” en la segunda vuelta ante Bolsonaro serán sus “argumentos”.
El sustituto de Lula en la carrera electoral afirmó que la siguiente etapa es una “oportunidad” que deberá enfrentar con responsabilidad.
El también exalcalde de Sao Paulo se ofreció para “unir a los demócratas” de Brasil” y advirtió que “hay mucha cosas en juego” en el país sudamericano, que ayer celebró sus comicios presidenciales, regionales y legislativos.
LEG