La victoria electoral del ultraderechista Jair Bolsonaro en las presidenciales de Brasil se suma al auge de los movimientos populistas asociados a la extrema derecha nacidos de la crisis económica de 2008.
Aunque deberá enfrentar uan segunda vuelta en los comicios, Bolsonaro se llevó la ventaja con 46% de los votos frente al 29.2% del izquierdista Fernando Haddad.
Su caso se suma al del Brexit en Reino Unido, el rechazo al proceso de paz de Colombia, la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos y el triunfo de la derecha en Italia.
“Los movimientos populistas están surgiendo como refuerzo de lo que en algunos países son manifestaciones de la extrema derecha”, destacó el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell.
En este sentido, recordó que en España “también se están produciendo manifestaciones de la extrema derecha que no se habían visto desde la transición democrática”.
El diario El País, destacó además, que la estrategia que ha seguido el ultra brasileño se asemeja mucho a la de los casos anteriores: un uso del lenguaje tosco; continuas críticas a los medios tradicionales y hace uso de las redes sociales.
Bolsonaro es comparado, principalmente con Trump, pues igual que él, se ha valido de sus hijos para emplearlos de portavoces y por si fuera poco, se asesoró con Steve Bannon, ex estratega del magnate estadounidense, que lo ayudó a ganar en 2016.
Esta estrataegia permitió, además que su hijo Eduardo Bolsonaro se convirtiera en el diputado federal más votado de la historia de Brasil al obtener 1.8 millones de votos en los comicios a la Cámara Baja, según los resultados oficiales.
Eduardo, de profesión Policía Federal y candidato en Sao Paulo por el Partido Social Liberal (PSL), que lidera su padre, buscó la reelección para un segundo mandato en la Cámara de Diputados brasileña tras ser elegido en los comicios de 2014.
El hijo del ultraderechista supera así en la clasificación de diputados federales con mayor número de votos en unas elecciones a Enéas Carneio, quien tuvo 1.5 millones de sufragios en 2002.
En una reciente protesta de simpatizantes de Bolsonaro en Sao Paulo, Eduardo dijo abiertamente que “las mujeres de derecha son mucho más bonitas que las de la izquierda y no enseñan los pechos por ahí para protestar, tampoco defecan en la calle para protestar”.
“Las mujeres de derecha son higiénicas y las de izquierda no”, insistió.
Por otro lado, Flavio Bolsonaro, hermano de Eduardo, consiguió un escaño para el Senado por el estado de Río de Janeiro.
Era diputado en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro y ahora ocupará un asiento en la Cámara Alta tras ser el más votado en la elección en ese estado.
Flavio experimentó una fuerte subida en los sondeos previos a las elecciones coincidiendo con el aumento de su progenitor, Jair, quien ganó la primera vuelta de las presidenciales y se medirá en la segunda el próximo día 28 con el izquierdista Haddad.
Ambos hijos le sirvieron a Bolsonaro de portavoces mientras se recuperaba de la puñalada que recibió el pasado 6 de septiembre durante un mitin electoral y que le mantuvo 23 días hospitalizado.
LEG