En los últimos días se han alineado las voces en pro de la legalización de la amapola con fines medicinales. El primer grito desesperado lo dio Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, a cinco meses de haber iniciado su gobierno con el fin de reducir la violencia que lo recibió con ejecuciones y secuestros de sacerdotes en su estado.

Recientemente, Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación, confirmó que el gobierno de López Obrador trabajará en la despenalización de la mariguana en siembra, cosecha, trasiego y uso lúdico. Y que trabajarán en la legalización de la amapola para uso medicinal. Esto coincidió con la propuesta que presentaron en México los ex presidentes Ernesto Zedillo y César Gaviria, miembros de la Comisión Global de Políticas de Drogas de la ONU, en donde destacaron que la política prohibicionista impulsada por el Gobierno norteamericano ha producido resultados fallidos. Y también con la declaración en Guerrero del general secretario Salvador Cienfuegos de validar la legalización de la amapola para abatir la violencia.

El Congreso local de Guerrero ya está trabajando en la legalización y el Congreso de la Unión tiene una iniciativa congelada que busca quitar el control de la producción y venta a los grupos delincuenciales, es decir, que los productores pasaran de lo ilegal a una relación legal con fines medicinales. Sin embargo, quienes ahora son clientes de los campesinos que producen la amapola y la mariguana no abandonarán tan fácilmente su negocio que, de acuerdo a la Oficina Nacional de Políticas para el Control de Drogas de los Estados Unidos, la producción del opioide escaló de 30 a 111 toneladas, que en su mayoría se vende en Estados Unidos a precios muy altos y se produce en Guerrero, Sinaloa y Durango.

El objetivo final es muy impactante, lograr que la producción de amapola en México se exporte con fines médicos como lo hacen ya 18 países del mundo como Australia, España, Francia, India y Turquía. Para ello, la próxima encargada de Gobernación ya se encuentra en conversaciones con la comisión de estupefacientes de la ONU con el fin de que determine si hay demanda para autorizar un nuevo productor. La política pública del Gobierno electo de AMLO para la reglamentación de las drogas va en serio, pero la pregunta es cómo logrará pasarlos de la delincuencia a las farmacéuticas. De la ilegalidad a la legalidad, para así poner fin a la violencia.

Susurros

1. El secretario de Salud, José Narro, sensible a la tragedia por las inundaciones que viven en Sinaloa, adelantó la Tercera Semana Nacional de Salud para reforzar las medidas y atender la salud de la población afectada. Acompañado por el gobernador del estado, Quirino Ordaz, confirmó que se están emprendiendo acciones de promoción de la salud para evitar brotes de enfermedades respiratorias, dermatológicas o diarreicas.