En los últimos 20 años, se han duplicado las pérdidas económicas generadas por desastres naturales, la mayoría relacionados con el cambio climático.
Así lo revela un informe de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres, publicado ayer y que se puede consultar en su sitio de Internet.
En el período 1998-2017, los países afectados por desastres informaron pérdidas económicas directas de dos mil 908 billones de dólares, de los cuales 77% corresponde a eventos relacionados con el clima.
Mientras que dos décadas antes las pérdidas totales reportadas para el período 1978-1997 fueron de mil 313 billones de dólares, de los cuales los desastres relacionados con el clima representaron 68%.
Además, la mayoría de los eventos estuvieron asociados con el cambio climático.
“En términos de ocurrencias, los desastres relacionados con el clima también dominan el panorama, representando 91% de los siete mil 255 eventos principales registrados entre 1998 y 2017. Inundaciones (43.4%) y tormentas (28.2%) son los dos fenómenos más frecuentes”, se lee en el reporte presentado a unas horas del Día Internacional para la Reducción de Desastres, que se conmemora el 13 de octubre.
El organismo destacó que un objetivo clave del plan global para reducir las pérdidas por desastres es aminorar las pérdidas económicas por desastres, pero 63% de los informes de desastres no contienen datos económicos.
“Tenemos que hacer un trabajo mucho mejor para capturar datos de pérdidas económicas si queremos tener una comprensión más completa de lo que funciona cuando se trata de reducir las pérdidas económicas, salvar vidas y medios de vida, y administrar el riesgo de desastres”, advirtió la representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastres, Mami Mizutori.
El informe concluye que el cambio climático está aumentando la frecuencia y la gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, y que los desastres seguirán siendo importantes impedimentos para el desarrollo sostenible, siempre que los incentivos económicos para construir y desarrollar lugares propensos a los peligros superen los riesgos de desastre percibidos.
“Integrar la reducción del riesgo de desastres en las decisiones de inversión es la forma más rentable de reducir estos riesgos; invertir en la reducción del riesgo de desastres es, por lo tanto, una condición previa para el desarrollo sostenible en un clima cambiante”, señala el informe.
LEG