Foto: EFE Durante un mitin electoral el 2 de octubre en Misisipi, Trump se burló de las lagunas en la memoria que Ford había reconocido tener poco antes, cuando testificó ante el Senado para explicar los abusos que supuestamente sufrió en 1982  

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró hoy que las burlas que profirió contra Christine Blasey Ford, una de las mujeres que acusaron de abusos sexuales al juez Brett Kavanaugh, ayudaron a los republicanos a colocar al magistrado en el Tribunal Supremo.

“Si no hubiera hecho ese discurso, no habríamos ganado. Solo dije que ella parecía no saber nada”, argumentó el mandatario en una entrevista en la cadena CBS.

Durante un mitin electoral el 2 de octubre en Misisipi, Trump se burló de las lagunas en la memoria que Ford había reconocido tener poco antes, cuando testificó ante el Senado para explicar los abusos que supuestamente sufrió en 1982, cuando ella y Kavanaugh eran adolescentes.

Ford sostiene que, cuando estaba en un encuentro de estudiantes en una casa, Kavanaugh (acompañado de un amigo) la forzó a meterse en una habitación, trató de quitarle la ropa, toqueteó su cuerpo y le tapo la boca para impedir que gritara, un suceso que terminó cuando ella logró escapar y encerrarse en un baño.

Cuando Ford testificó ante el Senado reconoció que no recordaba algunos detalles, como la forma en la que regresó a casa.

Trump, en ese mitin de Misisipi, imitó en tono burlesco el testimonio que Ford había dado ante el Senado y dijo: “¿En que barrio era? ‘No lo sé’. ¿Dónde estaba la casa? ‘No lo sé’. ¿En el piso de arriba, en el piso de abajo? ‘No lo sé, pero tomé una cerveza, eso es lo único que recuerdo'”.

Presionado por la periodista que le entrevistaba, Trump defendió que siempre trató a Ford con “gran respeto” y aseguró que “realmente no se estaba burlando de ella”.

“Lo que dije de la persona de la que hemos estado hablando es que no sabía el año, la hora, el lugar”, subrayó.

El Senado, donde tienen mayoría los republicanos, confirmó a Kavanaugh para un puesto vitalicio en el Tribunal Supremo el pasado 6 de octubre con uno de los márgenes más estrechos de la historia, puesto que, de los cien senadores, 50 votaron a favor y 48 se posicionaron en contra.

El proceso de confirmación atrajo a miles de mujeres al Congreso de EE.UU., que protestaron en los pasillos y frente a las oficinas de sus senadores para pedir que no avalaran la candidatura de Kavanaugh para el Tribunal Supremo debido a las acusaciones en su contra.

El magistrado fue acusado públicamente de abusos sexuales por tres mujeres.

 

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