Luego de 50 años, la pista de tartán de la Villa Olímpica tiene ahora será conocida con el nombre de Bob Beamon. La alcaldía de Tlalpan invitó al plusmarquista estadounidense mundial y olímpico a develar la placa alusiva que así lo constata, en una ceremonia llena de emoción en el club deportivo de este inmueble que alojó a los más de 5 mil atletas de los Juegos Olímpicos de México 68.

Este acto formó parte de la conmemoración de los 50 años de los Juegos Olímpicos de México 1968, donde el director ejecutivo de la organización y director general del Indeporte, Horacio de la Vega, agradeció a la alcaldía de Tlalpan por tal decisión.

Beamon es para muchos la máxima figura de los Juegos Olímpicos de México 68, luego de imponer una marca mundial en salto de longitud que perduró por 22 años y continúa como récord olímpico, se mostró emocionado por regresar al lugar donde entrenó previo a su hazaña.

Recordó aquel momento que lo encumbró en la historia del atletismo universal y lo consideró el día más importante de su vida, algo que “no podía creer” al momento de saltar y caer en la fosa de arena, cuando se confirmó su salto de 8.90 metros se puso a llorar de la felicidad.

El estadounidense presenció algunos saltos de jóvenes atletas de la selección de la Ciudad de México y selección nacional, a quienes saludó y les explicó que para alcanzar las metas siempre se tiene que trabajar con mucho esfuerzo y disciplina.

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8.90 metros saltó Bob Beamon en México 68 en la final de salto de longitud; desde entonces continúa como la marca olímpica a batir

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