Este martes finalmente llegará la comparecencia más esperada y que incluso no estaba programada como tal. Rosario Robles, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), comparecerá ante el pleno de la Cámara de Diputados, como parte de la glosa del Sexto Informe de Gobierno.
Todo apunta a que como me lo comentan diversos diputados, Robles Berlanga se enfrentará a una verdadera carnicería, será cuestionada tanto por los hechos gestionados en la Sedesol como en su actual administración en la Sedatu.
Según el punto de acuerdo establecido en la Cámara de Diputados, el formato de la comparecencia permitirá hacerle diversos cuestionamientos que irán enfocados a los presuntos desvíos que hubo en ambas dependencias y que, con base en los diputados, suman más de siete mil 600 millones de pesos.
Para esta comparecencia incluso la Auditoría Superior de la Federación envió a diversos legisladores una actualización de los montos que se investigan tanto en la Sedesol como en la Sedatu, y de lo detectado entre las auditorías que van de 2013 a 2016, se detectó un total de más de 11 mil millones de pesos que fueron presuntamente desviados de ambas dependencias; es decir, más de cuatro mil millones de pesos, más que lo que se había documentado en la llamada Estafa Maestra.
La comparecencia más allá de los ataques contra Rosario Robles puede, si los diputados de Morena lo manejan bien, dar certezas de qué ocurrió con esos presuntos desvíos. Para ello, los legisladores deberán hacer preguntas muy concretas que permitan demostrar si ante esas interrogantes, la secretaria de la Sedatu tiene respuestas certeras o simplemente les da la vuelta.
Para Rosario Robles será fundamental demostrar qué ocurrió con esos recursos, dar a conocer detalle de cómo se organizaron esas triangulaciones entre universidades y empresas privadas, también será importante la forma en que demuestre los famosos entregables.
Será importante que Rosario Robles salga de su actual discurso en el que afirma que en ninguno de los contratos señalados esta su firma, también deberá dejar de ampararse en el artículo 1º de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, pues la auditoría ha demostrado que en los diversos contratos con las universidades, éstas subcontrataban a empresas privadas con más de 49% de lo permitido, y sin que contaran con la capacidad técnica, administrativa y humana para prestar el servicio requerido.
Por otra parte, existe interés en el equipo cercano de la próxima secretaria de Trabajo, Luisa María Alcalde, para la llamada renovación de la dirigencia de la Cooperativa Cruz Azul, porque el grupo promotor del cambio es nada más y nada menos que la Cooperativa Luz y Fuerza del Centro, perteneciente al SME, mismo grupo que mantiene ahora gran distancia con el Presidente electo, ya que decidieron sumarse a la reforma energética de Peña, en lugar de esperar a que AMLO les cumpliera la promesa de regresarles la empresa liquidada en 2009.
Pero más importante es que ese grupo está siendo apoyado por los senadores del PRI, quienes de primera mano parece que entendieron el sentido de la cuarta transformación y ahora están a favor de la democracia en cooperativas y sindicatos. Sin embargo, todo apunta a un gran negocio, y más ahora que el PRI tiene poco presupuesto, razón de la sorpresa para el nuevo gobierno.
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