FOTO: especial La especialista asegura que ambos no pueden vivir sin el otro, pues se motivan mutuamente  

Patricia “N”, la pareja del Monstruo de Ecatepec, es más perversa que él; según la primer conclusión de la criminóloga, Monica Ramírez Cano, acerca de Juan Carlos y Patricia, los presuntos feminicidas de Ecatepec.

 

 

La criminóloga Ramírez Cano, lleva más de 20 años de experiencia analizando asesinos seriales, en la actualidad, trabaja para la Comisión Nacional de Seguridad, ha hecho los perfiles psicológicos de cabecillas del narcotráfico, como de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Dámaso López “El Licenciado“, Miguel Ángel Treviño “El Z-40“, entre otros.

 

La especialista asegura que ambos no pueden vivir sin el otro, pues se motivan mutuamente.

 

 

“No puede existir el uno sin el otro, los dos satisfacen necesidades mutuas, ella de él, él de ella, ella es el motor de él, él encuentra en ella muchísima seguridad, esta incondicionalidad que de alguna manera le debe su madre”.

 

 

De igual manera, Monica Ramírez, añadió que aunque la pareja no se hubiera conocido, tendrían su propio historial criminal, pero con otro impacto.

 

 

La criminóloga afirma que no se le ha dado la importancia a Patricia “N”, pues a pesar de que El Montruo ejecuta el plan, ella juega un papel fundamental, incluso planteó la posibilidad de que ella lo incentive a matar.

 

 

“Parte fundamental para entender el comportamiento” de él, es el de ella quizá es aún más perverso que el de él, porque él lo actúa, él lo ejecuta. Pero ella es fundamental porque yo considero que la mente de Patricia es abismanlmente más perversa que la de él”.

 

 

Descartó la posibilidad de que no se encuentren conscientes de sus actos, ni sufren alguna enfermedad mental.

 

 

“Ellos no están locos bajo los cánones ni clínicos, no hay una locura no están enfermos mentales, a nosotros nos parece o nos sería mucho más cómodo pensar que están locos porque nos veríamos alejados de todo ese concepto de maldad”.

 

 

Los Monstruos de Ecatepec, encajan como pareja criminal, en el que el papel de la mujer es quien lo motive a realizar homicidios. Y a cambio lo que llena a Patricia para incentivar los actos, es no perderlo.

 

 

Explicó que el agregor, Juan Carlos, no es psicópata; y es seguramente habría comenzado su carrera criminal antes 2012 con delitos como robo, acoso sexual e incluso, violación.

 

 

“Si Juan Carlos hubiera sido un psicópata o fuera u psicópata en la extensión de la palabra no estaría tan afectado, porque el resultado de sus crímenes es producto de todo este odio y toda esta rabia, este coraje que tiene contra todo lo que le pasó”, finalizó la criminóloga.

TFA