Las noticias falsas, “fake news” en inglés, siempre han existido, sólo que en la actualidad se crean y reproducen en redes sociales con ayuda de programas de cómputo para dirigirlas a grupos sociales específicos y manipular sus decisiones, afirmó el periodista Emilio C. Sánchez.
El también director general en México de la agencia de noticias EFE, dictó la conferencia “Fake news y postverdad: los nuevos retos del periodismo”, en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
Durante su exposición, explicó que los cambios tecnológicos han permitido que se transite desde la manipulación de la opinión pública masiva a la manipulación personalizada.
La proliferación de este tipo de mensajes, advirtió, han generado un desgaste a los pilares de las sociedades democráticas fundadas en la libertad de expresión y de información.
Las “fake news”, expuso, se caracterizan por ser creadas deliberadamente para desinformar y confundir a las audiencias, aunque también se difunden con la idea de reforzar ciertas tendencias.
Asimismo, precisó, su divulgación se hace con ayuda de los llamados “bots”, que son programas informáticos especializados para tal fin.
Ante estudiantes de la licenciatura en Comunicación Social y representantes de la prensa local, Emilio Sánchez estableció que a raíz de la crisis económica global de 2008 se dieron las condiciones para que la gente estuviera más predispuesta a la manipulación informativa.
El especialista detalló que al utilizar cuentas de redes sociales, “lo que hacemos como usuarios es proporcionarle a las empresas que las controlan datos personales que sirven para conocer a detalle nuestros hábitos y costumbres, a partir de los cuales pueden dirigirse los mensajes manipulativos”.
“Las elecciones de 2016 en Estados Unidos fueron las primeras de la historia en las que se utilizaron de forma masiva las noticias falsas’”, dijo.
Es en el contexto de la política que este tipo de mensajes desinformativos, diseñados para confundir a las audiencias, toman relevancia en el fenómeno emergente de liderazgos con rasgos totalitarios, advirtió.
De frente a esta realidad, el directivo de EFE señaló que los medios tradicionales enfrentan un reto mayúsculo, toda vez que deben replantearse sus modelos de negocio de tal manera que accedan a plataformas digitales y estén en posibilidades de aprovechar a los gigantes tecnológicos como Google, Facebook y Twitter.
En ese orden de ideas, subrayó que los medios deben mantener su credibilidad para posicionarse como marca y ser fuentes confiables de información, de modo que aumente el compromiso que tienen con su propia misión.
“Las informaciones falsas se combaten con la generación de nuevos contenidos periodísticos, con nuevas formas de contar historias en nuevos formatos”, aseguró.
NCG