El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, aseguro ante diputados que el gobierno mexicano no enviará Fuerzas Armadas a la frontera sur de México ante la llegada de la caravana migratoria procedente de Centroamérica.
Al comparecer ante comisiones de la Cámara de Diputados, en el marco de la glosa del Sexto Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, indicó que en el gobierno de Guatemala es la institución encargada de cuidar las fronteras es su ejército.
Por ello, aclaró que el gobierno mexicano no enviará a militares, sino a personal de Migración, además de que “solicitamos a la Comisión Nacional de Derechos Humanos nos auxilie en esta tarea de lo que será la llegada, seguramente en las próximas horas, de una gran cantidad de connacionales centroamericanos”.
Al responder al perredista Mauricio Toledo, el encargado de la política interior del país, dijo que las leyes mexicanas son claras y son vigentes “y nosotros nos vamos apegar a ellas. Si quieren entrar a territorio nacional y no tienen Visa, ayudar a tramitarla”.
Sin embargo, sostuvo que desde la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) con acompañamiento de la ONU, el cual se solicitará este jueves al secretario general de la ONU, se dará el mayor número de protección humanitaria y de derechos humanos posible.
Ante la postura del gobierno estadounidense, aclaró que seguirán expresando con toda claridad el rechazo “a cualquier intento de presión a cambiar nuestro marco legislativo, porque no lo vamos a hacer en materia migratoria a aplicarlo distinto, esa es una decisión de los mexicanos y va en función del respeto a los derechos humanos”.
En este marco, admitió que el aumento de la población centroamericana que entra a territorio nacional y solicita refugio es casi de 500 por ciento. “El aumento de niños que están llegando de Centroamérica a México también ha tenido un aumento”.
Consideró que hay un grave problema en la frontera sur, ante el próximo arribo de una caravana migrante que partió de Honduras y a la cual se le están sumando posiblemente otros connacionales de países de la región centroamericana, pero dejó claro que el gobierno mexicano no ha deportado por a persona alguna.
Resaltó que está caravana migrante se da en un contexto en el que se discute en Estados Unidos una elección intermedia con intereses políticos “y eso explica la forma tan agresiva de dirigirse de su presidente a países con los cuales tiene relación y debe tener respeto”.
En tanto, el perredista Mauricio Toledo dijo que su bancada está observante de que los derechos humanos de los integrantes de la caravana migrante no solamente sean violados, sino además sean salvaguardados durante su permanencia en territorio nacional.
DAMG