El relator de la ONU sobre los Derechos Humanos de los Migrantes, Felipe González, llamó hoy a México y Estados Unidos a garantizar que se protegen los derechos de los integrantes de la caravana de inmigrantes hondureños.
González recordó que este tipo de situaciones “no ocurren por casualidad, sino que tienen que ver con situaciones graves que tienen las personas que emprenden una caravana como esta”.
“Yo llamo a los Gobiernos de Estados Unidos y México a considerar seriamente la protección de los derechos humanos de estas personas y no hacer que las consideraciones de seguridad signifiquen aplastar los derechos humanos”, señaló a los periodistas.
El abogado chileno subrayó que los Estados no deben abordar la situación “de forma masiva”, sino que están obligados a “considerar las situaciones individuales de la gente”.
“Desde luego, lo que no está permitido por el derecho internacional son las expulsiones colectivas, sin determinar la situación individual de cada persona”, recordó.
Unos 3.000 hondureños forman parte de la caravana de migrantes que inició hace una semana viaje rumbo a Estados Unidos y un primer grupo llegó este jueves a la frontera entre Guatemala y México.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha llegado a amenazar con enviar al Ejército para cerrar la frontera sur de su país si México no frena la caravana.
Preguntado al respecto, González recordó que cuando se involucra a las fuerzas armadas en actuaciones que deberían ser civiles y “se ponen a ese nivel las consideraciones de seguridad, usualmente eso significa que hay violaciones graves de los derechos humanos”.
El especialista de Naciones Unidas recordó que los tratados internacionales obligan a Estados Unidos a evaluar individualmente los casos de los migrantes antes de poder deportarlos e impiden la devolución colectiva.
“Me parece que los estándares internacionales están suficientemente claros”, insistió González, que criticó mecanismos como la detención migratoria utilizados por EU y otros países.
Según dijo, ese tipo de detención es “cuestionable” desde el punto de vista del derecho internacional y, además, ha demostrado no funcionar a la hora de prevenir el flujo de migrantes.
También cuestionó la llamada política de “tolerancia cero” impulsada por Trump en la frontera con México, aunque recordó que ese término se utiliza para indicar distintas acciones.
“Si significa que se va a rechazar a cualquier migrante por el solo hecho de serlo y que no va a haber consideraciones en materia de derechos humanos, está completamente en violación del derecho internacional”, apuntó.
“No es posible que un Estado diga simplemente: ‘de ahora en adelante no voy a admitir a ningún inmigrante irregular’. Esa persona puede tener legítimo acceso a llegar a ser un refugiado o ser merecedor de protección internacional. El Estado no puede simplemente decir no”, insistió.
DAMG