Sao Paulo.- A una semana de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, los simpatizantes de los candidatos midieron sus fuerzas este fin de semana, mientras aumentaron las críticas entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad.
Miles de brasileños ocuparon ayer las calles en decenas de ciudades del país para expresar su rechazo al Partido de los Trabajadores (PT) y a su candidato Fernando Haddad, y ensalzar a su rival Jair Bolsonaro, quien ya ha acumulado 60% en las intenciones de voto, según los últimos sondeos.
Los miles de simpatizantes de Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985), acudieron a las protestas bajo una misma premisa: “No al PT, para que Brasil no se convierta en una Venezuela”, un discurso explotado por el propio candidato en su campaña.
Las movilizaciones de ayer fueron, en conjunto, mayores que las del sábado, cuando cientos de personas, en su mayoría mujeres, protestaron contra el ultraderechista en una treintena de ciudades del país.
En paralelo a las protestas, el Tribunal Superior Electoral (TSE), la Fiscalía y varios ministros del Gobierno volvieron ayer a defender el sistema electrónico de urnas y garantizaron que cualquier sospecha de fraude será investigada.
Bolsonaro ha manifestado en más de una ocasión sus sospechas sobre el voto electrónico, aunque dice que respetará los resultados.
El capitán y aspirante del Partido Social Liberal (PSL) siguió desde su casa en Río de Janeiro, donde guarda reposo tras la puñalada que recibió a principios de septiembre, los actos a su favor y agradeció el apoyo.
A unos tres mil kilómetros de Río, Haddad, a quien los sondeos le atribuyen 40% de los votos, completó su pequeña gira por la empobrecida región nordeste de Brasil, fortín histórico del PT, en la ciudad de Sao Luis, en el estado de Maranhao.
El exministro de Educación elevó el tono y aseveró que Bolsonaro es un “jefe de milicia” y que sus hijos son unos “matones”.
“Esas personas son una milicia, no es un candidato a presidente, es un jefe de milicia, sus hijos son milicianos, son matones, es gente quinta categoría, esa es la verdad”, expresó.
A la polarizada elección se sumó también una investigación contra la campaña del ultraderechista por supuesto fraude electoral mediante la difusión de “noticias falsas”.
LEG